25 pueblos de la provincia aún carecen de un plan contra incendios forestales
La Junta recuerda que de los 102 municipios de la provincia, todos excepto Garrucha, están obligados por ley a aprobar una normativa y para ello ofrece asesoramiento técnico
Con el fuego no se juega. La ferocidad de las llamas y la magnitud de emergencia que pueden llegar a alcanzar puede tener consecuencias irreparables tanto para la población como para la naturaleza. Toda la precaución es poca, máxime cuando se trata de zonas de especial riesgo, como están catalogados todos los pueblos de Almería excepto Garrucha, por estar rodeados, literalmente, por zonas forestales. Así lo indica la propia Junta de Andalucía y la Ley que obliga a todos los municipios a tener un Plan Local contra Incendios Forestales, que no es otra cosa que una norma de actuación ante posibles siniestros.
Pero a pesar de la exigencia y de la importancia que conlleva, aún hay 25 pueblos en la provincia que no cumplen la normativa. Y eso que la Junta ha puesto a su disposición sus propios técnicos para asesorar en la redacción de los planes y cumplir la Ley.
Roquetas de Mar, El Ejido, Huércal-Overa, La Mojonera, Viator, Pechina, Purchena, Alicún, Alsodux, Bentarique, Cantoria, Castro de Filabres, Enix, Gádor, Los Gallardos, Lúcar, Instinción, Íllar, Santa Fe de Mondújar, Somontín, Terque, Las Tres Villas, Lúcar, Cóbdar, Enix y Alcudia de Monteagud son los pueblos que están desamparados por sus ayuntamientos ante una emergencia por incendio forestal. Algunos de ellos, como Huércal-Overa, aseguran que ya están trabajando para que a final de este año esté redactado y aprobado. Según informaron fuentes municipales. Se acaban de designar los miembros de los diferentes organismos que forman parte del plan y después del verano se dará a conocer a los distintos colectivos del pueblo, entre ellos a los centros educativos y asociaciones. El Ayuntamiento de El Ejido también trabaja en la redacción del plan local específico contra incendios forestales, además de en otros planes como uno de inundaciones para la Balsa del Sapo exclusivamente (que será un anexo al plan local de inundaciones que se puso en marcha el pasado 20 de noviembre con motivo de las inundaciones del Poniente) y otro para el transporte de mercancías peligrosas. En este sentido, desde el Ayuntamiento insisten en que el Plan Municipal de Emergencias aprobado por la Junta de Andalucía ya incluye un apartado de actuación en caso de incendio, que se podría aplicar mientras el específico está en fase de redacción.
No obstante, cabe destacar que en caso de catástrofe, es la Junta con su Plan de Emergencias regional la que garantiza la seguridad y actuación en estos territorios.
Según adelantó la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Sonia Ferrer, en la actualidad son 34 los municipios que ya tienen su Plan Local de Emergencias ante Incendios Forestales (PLEIF) vigente y otros 42 también lo tienen redactado a falta de actualizarlo, por lo que se prevé que este mismo año estén totalmente al día para aplicarlos si fuera necesario. En un año la Junta apenas ha logrado convencer a doce municipios de que cumplan la normativa, por lo que aún tiene un arduo trabajo por delante.
Ferrer indicó que "el objetivo de la Junta de Andalucía es que los 101 municipios ubicados en zonas de peligro cuenten con un documento elaborado y aprobado por su ayuntamiento". Desde la Delegación de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente se sigue apoyando y asesorando a los consistorios que no disponen de un PLEIF, con el fin de que lo redacten y lo aprueben, "porque es necesario tomar conciencia de los problemas que pueden ocasionar a sus vecinos los incendios forestales, y por tanto, que sean conscientes de las actuaciones que pueden llevar a cabo para minimizar dichos riesgos".
El delegado provincial de Medio Ambiente, insiste en que la prevención "es una labor fundamental que contribuye de forma determinante a la reducción de la superficie afectada por los incendios forestales". Por este motivo, destaca que "la política de prevención incluye una serie de actuaciones como tratamientos forestales en el monte, planes de emergencia, y actividades de sensibilización".
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