Ni puntales ni catas aún en el conjunto de la estructura del colegio San Valentín

Colegio Público de Infantil y Primaria San Valentín, cerrado a cal y canto tras la mudanza / Rafael González

Las cosas de la administración van despacio, como las de palacio. Ni una sola intervención se ha llevado a cabo en el interior del Colegio San Valentín de la capital, en las 500 Viviendas, para evitar los riesgos dederrumbe que destacan tanto el informe del Ayuntamiento de Almería como el de la empresa ICC que hizo un análisis de patología que ha sido determinante para decretar el cierre y el traslado de los alumnos a otros centros de la ciudad. Entre otras cuestiones, señalan el mal estado de las columnas y pilares cuyo cemento se ha convertido en arena, posiblemente afectados por aluminosis, tal y como avanzó a Diario de Almería el propio delegado territorial de Educación, Antonio Jiménez, quien puso como ejemplo que en esta zona de la ciudad ya se llevaron a cabo intervenciones en un colegio y en un instituto en la misma línea hace unos años. Ambos afectados por aluminosis.

Ya ha pasado más de un mes desde que los niños no entran a dar clase allí y más aún desde que la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía tiene conocimiento de que la estructura presenta graves deficiencias.

Todo está en manos de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE), que es la que tiene llevar a cabo cuantas actuaciones e intervenciones sean necesarias para reforzar la estructura, demoler el edificio que está dañado o realizar otro tipo de acciones tales como las catas en el conjunto de la estructura para tomar la decisión final. Según ha podido saber este periódico se había pedido al Ayuntamiento que procediera a apuntalar el edificio pero desde el ente municipal insisten en que esta actuación es competencia de la Junta, dado que el edificio es de su propiedad.

Según ha podido saber este periódico la Delegación de Educación a través de la APAE ha pedido al Ayuntamiento de Almería que procediera a apuntalar el edificio pero desde el ente municipal insisten en que esta actuación es competencia de la Junta de Andalucía, dado que el edificio es de su propiedad.

Para intentar ponerse de acuerdo y atajar la situación, tal y como han confirmado a este periódico desde la propia Delegación, mañana día 9 de diciembre se ha convocado una reunión conjunta entre los técnicos del Ayuntamiento, responsables de la APAE e incluso el propio delegado. Será en las dependencias de Educación a primera hora de la mañana. En la cita se estudiarán las acciones que hay que acometer en el edificio del Colegio San Valentín y a quién corresponde cada intervención, pero también se tratarán otras cuestiones que tienen que ver con el resto de centros educativos de la capital.

Mientras tanto, la comunidad educativa del CEIP San Valentín del barrio de las 500 Viviendas aguarda a saber qué ocurrirá con su colegio, si podrán volver algún día a dar vida a su centro de referencia, si seguirán ya todo el curso en los dos centros de ‘acogida’ como son el CEIP Los Millares y CEIP Juan Ramón Jiménez, si habrá otra reubicación para el próximo curso o segirán ya en estos dos colegios en los que ya han empezado a adptarse, o si definitivamente verán cómo desaparece su colegio para, en un futuro, pasar a formar parte de la nueva comunidad educativa que se formará con la construcción del nuevo colegio que hay proyectado en los terrenos de la Vega de Acá.

El delegado territorial de Educación en Almería, Antonio Jiménez, explicó a este periódico que pese a que aún no se ha tomado la decisión de qué se va a hacer con el CEIP San Valentín, cabe la posibilidad de convertir el nuevo centro de la Vega de Acá en un colegio más grande para que pueda albergar a todos los alumnos. Según avanzó Jiménez, quedan dos años por delante para ver construida esta nueva infraestructura educativa en la capital.

Cuatro meses para declarar la ‘ruina’

Cuatro meses han pasado desde que el Ayuntamiento de Almería hiciera saltar las alarmas con un informe técnico que determinaba graves deficiencias en la estructura del centro educativo hasta que la Junta de Andalucía decide cerrar las instalaciones. En total han sido tres los análisis a los que ha sido sometido el colegio para determinar si las deficiencias presentaban riesgo para los niños, docentes y demás trabajadores que daban vida cada día a ese edificio ubicado en el barrio de las Quinientas Viviendas. Una y otra administración han trabajado coordinadas para acelerar los tiempos pero, de todos es sabido, que la excesiva burocracia empaña cualquier esfuerzo por agilizar una cuestión que debería tener respuesta tan solo en unas horas, días como máximo, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un edificio donde estudian 104 niños menores de edad. Esta comunidad educativa espera ahora, ansiosa, saber qué va a ocurrir finalmente con su colegio.