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Almería y Marte, el encuentro sigue en pie y tiene fecha

La Agencia Espacial Europea (ESA) simuló en el desierto las operaciones que el Rover debe desarrollar en el planeta rojo en futuras fechas.

La Agencia Espacial Europea (ESA) simuló en el desierto las operaciones que el Rover debe desarrollar en el planeta rojo en futuras fechas. / ESA

La relación entre Almería y Marte está más que probada. La jarosita es el primer vínculo y las pruebas en Tabernas del robot que viajará como parte de la misión Exomars certificó el encuentro. La nave partirá en su interior con datos recogidos en el entorno de la Geoda de Pulpí para realizar comparaciones en la superficie marciana, con la que comparte ciertos rasgos parte de la superficie almeriense.

A pesar de todo, la misión estuvo a punto de irse al traste. La misión surgió a través de la alianza entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Federal de Rusia (Roscosmos). Pero esta fracasó con el inicio de la Guerra de Ucrania, que fue sancionada por la comunidad internacional como consecuencia de la invasión de Ucrania.

Exomars estaba compuesta de dos misiones. La primera se lanzó en 2016 y estaba integrada por un satélite para el estudio de gases traza en la atmósfera marciana (TGO) y por el módulo de entrada, descenso y aterrizaje Schiaparelli, que se estrelló contra la superficie del planeta por error.

La segunda, con el Róver Rosalind Franklin (en el que deberían viajar los datos recogidos en el entorno de la geoda) para tomar y estudiar muestras del suelo marciano, se aplazó en un primer momento de 2018 a 2020 y luego a 2022, ya que el agravamiento de la pandemia de covid en Europa impidió a sus expertos efectuar todas las pruebas previas necesarias.

Pero, la misión tiene nueva fecha.  el lanzamiento se tiene previsto para 2028 y el aterrizaje para 2030. Por lo que el encuentro entre Almería y Marte sigue en pie. “Se trata de ver es si estamos solos en el Sistema Solar, si descubrimos que hay vida en otros lugares, si el tipo de vida, los ladrillitos ‘lego-bioquímicos’ que han dado origen a esa vida es igual a los nuestros o no”. Por ello, ‘biotecnólogos, microbiólogos, químicos, físicos, geólogos… todos contribuyen a hacer este proyecto posible”, explica Jorge Luis Vago, director científico de la Misión ExoMars, quien la semana pasada visitó Almería para dar una conferencia en la Universidad de Almería. 

La jarosita y Cuevas del Almanzora

La histórica relación entre Almería y Marte se remonta a un descubrimiento mineral que marcó un hito en la exploración espacial. En 1852, August Breithaupten encontró jarosita, un mineral compuesto por sulfato, en la Sierra Almagrera, cerca de Cuevas del Almanzora, una zona cercana a la geoda de Pulpí. Este hallazgo no solo puso en el mapa a esta región española, sino que también jugó un papel crucial en la búsqueda de agua en Marte.

En 2004, la NASA confirmó la presencia de jarosita en la superficie marciana a través de un rover, validando así la teoría de que Marte alguna vez albergó agua. En la Tierra, la jarosita se forma en aguas termales ácidas, lo que indica la existencia de agua durante su proceso de formación. Este descubrimiento cambió el paradigma, ya que hasta entonces, todas las evidencias de agua en Marte eran indirectas. Un verdadero vínculo entre la ciencia almeriense y la exploración espacial.

En los últimos años, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha estado intensificando sus esfuerzos para llevar a cabo investigaciones geológicas y biológicas en Marte. Para ello, está realizando investigaciones directamente en la superficie terrestre con el objetivo de recopilar una base de datos sólida que respalde el lanzamiento de sus vehículos de exploración ExoMars hacia el Planeta Rojo. Uno de los lugares de estudio destacados ha sido la geoda de Pulpí.

Base de datos hacia Marte

Los minerales extraídos de la geoda de Pulpí fueron sometidos a un detallado análisis con el fin de integrar la información recopilada en la base de datos del vehículo explorador de la ESA. En esta iniciativa, la Universidad de Almería y la Universidad de Valladolid colaboraron estrechamente, aportando su experiencia y conocimientos especializados. Uno de los objetivos principales de este proyecto conjunto fue comparar los elementos minerales estudiados en Almería con los que se han identificado en Marte, en un esfuerzo por comprender mejor la geología del Planeta Rojo y preparar futuras misiones de exploración.

Dentro del marco del proyecto ExoMars, se está llevando a cabo un proceso con el objetivo principal de buscar evidencias de vida en Marte, tanto en su pasado como en su presente. En los últimos tiempos, se están logrando avances significativos en este ámbito. Además de esta meta primordial, la iniciativa también tiene objetivos secundarios que incluyen investigar las variaciones en la composición de la superficie marciana, caracterizar la geoquímica y la geofísica del planeta rojo, analizar la distribución del agua y detectar elementos potencialmente peligrosos para futuras misiones tripuladas.

Inicialmente, se había planeado que esta misión se lanzara utilizando cohetes Atlas V de Estados Unidos. Sin embargo, finalmente se está optando  utilizar cohetes Protón rusos para llevar a cabo esta ambiciosa misión científica.

El vehículo se probó en Tabernas

El Rover ExoMars se sometió a pruebas en Tabernas en noviembre de 2018 como parte fundamental de la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) para explorar Marte. Durante dos semanas, se llevaron a cabo pruebas que simulan las tareas que el robot realizará en el planeta rojo, centrándose en la búsqueda de restos de vida.

Estas pruebas en el desierto de Tabernas sirvieron como una evaluación crucial para identificar posibles incidencias en el vehículo y optimizar el software utilizado para controlar el robot. El Rover será operado íntegramente desde el Centro Europeo de Telecomunicaciones y Aplicaciones Espaciales (ECSAT) de la ESA, ubicado en Harwell, Oxfordshire, Reino Unido.

Durante su estancia en Almería, el Rover ExoMars 2020 pasó por varias fases de desarrollo. La primera fase, denominada 'egreso', consistió en simular el proceso de aterrizaje. El Rover se posa sobre una plataforma con cuatro patas y luego despliega dos rampas, permitiéndole abandonar la plataforma en dos direcciones distintas. Es crucial realizar esta operación de manera segura para evitar posibles contratiempos, como quedar atrapado en rocas. Por lo tanto, el robot debe realizar una panorámica para determinar la salida más segura de la plataforma.

Una vez en tierra, el Rover llevó a cabo una serie de experimentos. Se desplazó hacia áreas específicas para analizar la superficie marciana, realizó exploraciones subterráneas con radar y perforó el suelo para obtener muestras que posteriormente fueron analizadas con los instrumentos del laboratorio analítico. Cabe señalar que el taladro utilizado en Almería no es el mismo que se empleará en Marte debido a su elevado costo; en su lugar, se utilizó un taladro más comercial.

Todo este proceso fue monitoreado cuidadosamente desde el Reino Unido. "Se trata de interpretar las imágenes captadas por el Rover para obtener una idea del contexto geológico y comprender la misión. Para ello, es necesario contar con un sofisticado software en el centro de control que permita proyectar las imágenes en una pantalla gigante y obtener una visión clara de lo que sucede alrededor del Rover. A veces, el proceso funciona a la perfección, mientras que otras veces puede presentar fallos. Sin embargo, debido a la complejidad de los instrumentos, es fundamental tener todos los sistemas preparados para procesar los datos de manera eficiente", explicó un científico involucrado en el proyecto.

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