Así ha quedado la Plaza Vieja: Almería 'reabre' su corazón histórico
El corazón administrativo del casco histórico se reabre tras una inversión de 2,7 millones de euros
Las imágenes de la inauguración de la Plaza de la Constitución en Almería

Entre la piedra nueva y las raíces viejas, ayer volvió algo que Almería llevaba tiempo esperando. La Plaza de la Constitución, conocida popularmente como Plaza Vieja, fue reinaugurada oficialmente tras completarse las obras de remodelación que han transformado este céntrico espacio urbano del Casco Histórico. Sin discursos triunfalistas ni promesas grandilocuentes, el acto de reapertura sirvió para cerrar un ciclo de más de 25 años marcado por el deterioro, los proyectos fallidos y los desencuentros institucionales.

El nuevo diseño urbano, promovido por el Ayuntamiento de Almería, ha supuesto una inversión de 2,7 millones de euros y busca devolver al espacio su condición de plaza principal, accesible y transitable, sin perder su identidad patrimonial. El entorno recupera así su uso público después de años vallado, sin tránsito peatonal y convertido en símbolo del abandono del centro histórico.
El acto de inauguración, celebrado al anochecer, congregó a exalcaldes, autoridades locales y provinciales, representantes de todos los grupos políticos, asociaciones vecinales y colectivos sociales. Presidido por la alcaldesa, María del Mar Vázquez, el evento fue breve, con intervenciones que apelaron al valor simbólico de la plaza como espacio común e intergeneracional, más allá de las disputas políticas que la han rodeado durante décadas.
“Esta plaza ha sido testigo de la Historia con mayúsculas y también de miles de historias cotidianas”, dijo la alcaldesa. “Hoy, al devolverle su esplendor, honramos su legado y reafirmamos que la historia no se entiende sin mirar al futuro”.
Vázquez insistió en que “la Plaza Vieja no es de ningún partido ni grupo. Es patrimonio común de todos los almerienses”, subrayando que su nueva imagen no es solo una mejora estética, sino también una oportunidad para reforzar la función cívica del centro histórico.

Un proceso de más de dos décadas
La intervención que ahora concluye se enmarca en un proceso de renovación urbana iniciado en 1999, cuando se firmó el primer convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para rehabilitar las Casas Consistoriales. Desde entonces, el espacio ha atravesado un sinfín de debates técnicos, jurídicos y urbanísticos, con varios intentos fallidos de remodelación y una ciudadanía dividida, especialmente en torno al Monumento a los Coloraos, que finalmente ha sido respetado y reintegrado en el nuevo diseño.
Durante años, la Plaza Vieja se convirtió en un símbolo del deterioro institucional. Entre proyectos detenidos por falta de presupuesto, concursos desiertos y desacuerdos sobre el modelo de plaza, el espacio quedó cercado por vallas metálicas mientras a su alrededor el casco histórico luchaba por mantener el pulso.
Diseño funcional con respeto al pasado
La reforma ahora culminada ha sido ejecutada por la empresa Albaida Infraestructuras, con proyecto del estudio Ordaz Arquitectura, sobre una superficie total de 4.205,64 metros cuadrados. El diseño ha priorizado la accesibilidad, la durabilidad de materiales y la integración paisajística, respetando los elementos más representativos de la plaza: los cuatro ficus centenarios que forman un anillo verde en el perímetro y el monumento conmemorativo a los mártires liberales de 1824.

El pavimento es de baldosa de Travertino de Almería concretamente de la cantera Cristóbal Flores, dispuesta en diferentes formas, tamaños y texturas. Este “tapiz pétreo”, como lo definen sus autores, forma una figura geométrica que alude al Sol de Villalán, símbolo heráldico vinculado a la ciudad, visible desde las alturas del edificio consistorial. Todo el pavimento está preparado para resistir el paso de vehículos de mantenimiento y emergencias, sin barreras arquitectónicas visibles.
Bancos integrados, jardinería y luz tenue
El nuevo mobiliario urbano está formado por bancos de piedra integrados en el trazado, que rodean los ficus como si fuesen jardineras. Tienen una capacidad total de 120 personas y combinan estética con funcionalidad. En cuanto a vegetación, además de conservar los árboles existentes, se han plantado cinco naranjos amargos en calle Marín y una amplia gama de especies ornamentales que dan color y textura: lavanda, lirios africanos, salvia, gaura, margarita cimarrona, stipa tenuissima y otras plantas tapizantes.
La iluminación se ha renovado por completo: se han instalado siete báculos con diferentes funciones —luz para el suelo, para las fachadas de los edificios y para las galerías de los soportales—. Además, líneas LED integradas en bancos y alcorques aportan luz ambiental bajo los árboles, creando una atmósfera más acogedora durante la noche.
También se ha reforzado la estructura de las pilastras del pórtico, sustituyendo antiguas chapas de acero por materiales que permiten transpirar la piedra. La fachada del Ayuntamiento ha sido repintada, y se han reforzado los puntos de luz ornamental.
Un punto de encuentro, no un punto final
Desde el equipo de Gobierno municipal se insiste en que esta actuación no debe entenderse como una meta, sino como parte de una estrategia más amplia para revitalizar el Casco Histórico. La Plaza Vieja, junto a las Casas Consistoriales inauguradas en 2023, forma parte de un eje que abarca también la Alcazaba, el cerro de San Cristóbal y el Parque de la Hoya, aunque no todos esos espacios están aún conectados de forma funcional ni completamente habilitados para uso ciudadano.

Tampoco está claro qué tipo de actividades culturales o eventos se desarrollarán a partir de ahora en la plaza. Aunque el nuevo diseño permite recuperar su uso público, será el tiempo —y su gestión— quien determine si logra volver a ser un verdadero espacio de encuentro en el día a día.
Voces institucionales: memoria, unidad y ciudad
Durante el acto, la delegada del Gobierno andaluz en Almería, Aránzazu Martín, recordó que “la Plaza de la Constitución, aunque para muchos siempre será la Plaza Vieja, no es solo una ubicación, sino el lugar donde late la vida de los almerienses”. Subrayó que su historia es también “la historia de nuestra convivencia, de nuestros desafíos y de nuestras celebraciones”.
El subdelegado del Gobierno, José María Martín, destacó que “celebramos no solo la renovación de un espacio urbano, sino la recuperación de un punto de identidad compartida”, y celebró el mantenimiento del monumento a Los Coloraos como símbolo de “memoria democrática”.
Por su parte, el presidente de la Diputación, Javier A. García, conectó esta actuación con otros proyectos del centro histórico como el MUREC, el antiguo Hospital Provincial o el Parque de la Olla, recordando que “haciendo ciudad, se hace también provincia”.
Datos técnicos de la actuación
- Promotor: Ayuntamiento de Almería
- Presupuesto total: 2.705.517,85 euros
- Superficie intervenida: 4.205,64 m²
- Redacción del proyecto: Ordaz Arquitectura
- Ejecución de obra: Albaida Infraestructuras
- Fecha de inauguración: 12 de junio de 2025
Una plaza que nunca desapareció del imaginario
La reapertura de la Plaza Vieja no supone la solución de los problemas estructurales del centro histórico, ni convierte por sí sola el casco antiguo en un foco de vida urbana. Pero sí cierra una etapa y devuelve a la ciudadanía un espacio que nunca dejó de pertenecerle, aunque durante años haya estado inaccesible. Una plaza que fue testigo del pasado, víctima del abandono y que ahora, al menos, puede volver a usarse, caminarse y sentarse. No es poco, después de tanto tiempo.
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