Que me quiten lo 'bailao'

La algarabía y el colorido que dan los niños al ferial se une a los bailes por sevillanas, improvisados, en mitad de la calle principal Veraneantes españoles y extranjeros llegan atraídos por el clima

Paula, Sara, Lucía y Elena, las más flamencas del Real el lunes por la noche. No se puede tener más arte.
María José Uroz

27 de agosto 2014 - 01:00

La Feria es para los niños, y no solo el miércoles que como marca la tradición es el día en el que más baratas están las atracciones, sino toda la semana. La alegría y viveza que dan los niños al recinto ferial no es comparable a nada. Y para muestra un botón. Colorido, algarabía, risas, movimiento y baile es el espectáculo que se puede ver cada noche en el recinto ferial de la Vega de Acá, donde familias enteras pasean rodeadas de chiquillos nerviosos por querer subir a todas las atracciones que se reparten por la explanada municipal.

Entre cacharricos, algodones y fotografías en la portada principal del Real, los bailes por sevillanas son una constante. Niños e incluso mayores se atreven a darlo todo en las noches más divertidas de la semana grande de la capital. Que les quiten lo 'bailao', como aseguraba a Diario de Almería la madre de dos preciosas niñas que lucían trajes típicos de Andalucía confeccionados a medida. "Hemos venido a la Feria de la noche a subirnos en los cacharricos, pero sobre todo, a bailar sevillanas, que es lo que más les gusta desde que están en clases de baile", explicó la madre, María Teresa, orgullosa del arte que derrochan las pequeñas con apenas cuatro y cinco años de edad.

La noche del lunes se dejó ver por el Real de la Vega de Acá un nutrido grupo de profesionales de la educación que se dio cita en la caseta de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

También fueron protagonistas las asociaciones de los barrios de la capital, con amplia representación, así como una gran cantidad de veraneantes extranjeros y nacionales, la mayoría procedentes de comunidades vecinas como Murcia, Valencia e incluso Extremadura. Vienen atraídos por los encantos de una provincia que vive de cara al mar y al abrigo de un sol que está presente prácticamente durante todo el año, sea invierno o verano.

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