Almería

La radio 'cuela' libertad entre los barrotes de El Acebuche

  • El Centro Penitenciario acoge cada miércoles el único club de lectura radiado de España. Participan una veintena de internos cuyos comentarios literarios llegan al exterior a través de la emisora Candil Radio

El último tramo de las escaleras que conducen a la puerta principal de El Acebuche está precedido por un cartel que advierte al visitante. No está permitida la entrada de teléfonos móviles al centro penitenciario, se lee, y es lo primero que pide el funcionario de prisiones que atiende el mostrador, incluso antes que el propio documento de identidad. Pero hay otras ondas, autorizadas, que se cuelan en la prisión llevando la palabra Libertad tras las rejas. Son las de la radio y ése, el nombre del programa.

Joaquín y Davidov cumplen pena en la cárcel almeriense junto a otro millar de reclusos. Cada miércoles dejan de ser "internos" durante un par de horas para ponerse delante del micrófono de Candil Radio, la emisora municipal de Huércal de Almería. Son, desde que comienza el programa, simples lectores, que cuentan al exterior el libro que han devorado a lo largo de la semana. Aunque Joaquín acumula ya un año y dos meses de prisión y Davidov, de nacionalidad rusa, dos de los siete que lleva en España, no hay delitos ni penas por cumplir a partir del momento en el que Juan Miguel González, Juancho, el director de la emisora, indica que ya están en el 'aire'.

"El programa Libertad entre las rejas no es en directo, se graba y luego se edita, no se cuentan experiencias personales de la cárcel, tampoco se permite decir improperios pero, si se dijeran, se corta antes de su emisión los lunes a las siete de la tarde", explica Juancho.

Esta vez, la grabación es en el salón de actos de El Acebuche, coronado aún con una máscara gigante de carnaval. No hay vigilantes en su interior, ausencia que contribuye a olvidar la dureza del lugar dónde uno se encuentra. Preside el escenario una amplia mesa en la que suele sentarse una veintena de reclusos, si bien en el programa número 71 de esta segunda temporada hay menos. Siete. El resto ha preferido no acudir por la presencia de Diario de Almería. Es una excepcionalidad pues no suelen faltar a su cita.

La preparan a lo largo de la semana como colofón al Club de Lectura, una de las iniciativas con las que la dirección del centro penitenciario cubre las actividades educativas y de ocio, y una de las preferidas del director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz, y, por supuesto, de sus participantes. "Aquí, en la prisión, hay mucha monotonía, mucha rutina, y el poder venir un día a la semana a hacer radio y comentar el libro que has leído, y que tú mismo has escogido, te ayuda a hacer más llevadera esa rutina", explica a sus oyentes, Francisco Javier. Es de los veteranos. "Llevo en el programa desde que empezó".

Eso fue hace casi tres años, cuando cuajó la propuesta que Juancho y el psicólogo de la prisión presentaron ante la dirección de El Acebuche. "Hablamos durante mucho rato y surgió la idea de hacer un programa. Comentamos la posibilidad de que los presos fueran a la emisora, pero era problemático porque muchos no pueden salir, así que decidimos llevar la radio hasta ellos".

Libertad tras las rejas es el único club de lectura radiado permanente de España y el programa ha sido, además, reconocido por el Ministerio del Interior. "Es el primer club de lectura, que ha recibido el premio", puntualiza Juancho.

El club para estos presos es cosa seria. El grupo ha leído más de 500 títulos, lo que arroja un nivel de lectura muy elevado. Más que la gran mayoría de los que están en la calle, libres para hacer lo que desee con su tiempo libre. Son 7,6 libros leídos a la semana, sobre los que los miembros del club realizan una sinopsis para los oyentes y una crítica aconsejando o desaconsejando su lectura. "Con que tan sólo uno de ellos se haya leído una de nuestras recomendaciones, nos sentimos más que satisfechos", comenta ante el micrófono Joaquín.

La mayoría de los títulos que han pasado por Libertad tras las rejas es ficción, del género policíaco. "Se ve que aquí nos va la marcha", bromea otro de los presos. También hay cabida para la novela histórica, los ensayos, biografías e incluso filosofía. Se han atrevido con el mismo Nietzsche y con Así habló Zaratustra, o con El Lobo Estepario de Hermann Hesse. Entre los autores más leídos figuran VC Andrews, Ken Follet o Dan Brown, así como los hispanoamericanos Mario Vargas Llosa, Arturo Pérez Reverte, Matilde Asensi, María Dueñas, Julio Cortázar o Miguel Delives.

Las reseñas literarias que realizan los presos van acompañadas de una calificación: de cinco a cero plumas. Los libros que han merecido las cinco plumas de El Acebuche son La fiesta del chivo (Vargas Llosa), Los santos inocentes (Delives) y Romance de la Peña Negra (García Lorca), a los que le sigue, con cuatro plumas y media, La Divina Comedia, de Dante. Un suspenso, que para muchos sería inmerecido, lo ha cosechado Boris Vian con La hierba roja, y Motivos Ocultos, deHarle Brenda.

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