Almería

La reapertura de una discoteca altera la fachada protegida de Casa Ferrera

  • Las obras se 'comen' parte del entrepaño de este edificio catalogado y emblema del parque Nicolás Salmerón para habilitar el acceso principal a la nueva sala de fiestas

El edificio emblema del parque Nicolás Salmerón, Casa Ferrera, puede haber sufrido daños patrimoniales por las obras que se están llevando a cabo para la reapertura de una discoteca en el local de la planta baja antes ocupado por la sala de fiestas Mae West. Pese a que el llamativo inmueble de frisos cerámicos, construido en 1910, está catalogado y, por tanto, goza de protección, los trabajos en ejecución han alterado la configuración de los huecos de la fachada. Precisamente, uno de los elementos ornamentales de "interés" que recoge la ficha correspondiente a Casa Ferrera del Catálogo de Edificios y Espacios Protegidos de la capital.

Imágenes del inmueble, que albergó los primeros grandes almacenes existentes en Almería, actualmente ocupado por locales y oficinas, circulan por las redes sociales, habiéndose hecho eco de los cambios practicados el Grupo Municipal de Izquierda Unida. Sus representantes aseguran que "esta intervención, aparte de romper con un criterio unificador de la fachada, es ilegal porque no cuenta con la licencia pertinente", por lo que instan al Ayuntamiento de Almería a abrir un expediente donde se sopese la imposición de sanciones a la promotora de las obras.

Según fuentes municipales consultadas, existen dos escritos presentados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Almería donde se pone en conocimiento de la Gerencia de Urbanismo la posible alteración de la fachada y en el COAA solicita al Consistorio que verifique los trabajos y su adecuación a la normativa vigente, así como que proceda adopción de las medidas necesarias para el restablecimiento de la legalidad urbanística que podría haberse infringido.

Desde el exterior, se aprecia que los trabajos han afectando a uno de los machones de la fachada o entrepaños. Según las mismas fuentes, el Ayuntamiento de Almería ha aplicado la normativa relativa a los ruidos de forma más estricta, de tal manera que el acceso de la sala de fiesta debe guardar una distancia superior a los 30 metros desde cualquier lugar de las viviendas colindantes y no, como venía siendo habitual, desde la puerta de entrada a las mismas.

El resultado, según la información recibida, es que los promotores han atendido a las recomendaciones de los técnicos municipales, encontrando como solución habilitar otro acceso a la sala de fiestas, más retirado al objeto de salvar esos 30 metros, si bien su tamaño ha sido ampliado para respetar las condiciones de seguridad establecidas por Ley. Este ensanchamiento ha hecho desaparecer el entrepaño que separa dos de los huecos de la fachada.

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