El reciclado de medicamentos crece un 10% en la provincia

Cada vez son más los almerienses que llevan los restos de sus medicamentos a los puntos Sigre. No obstante, Almería está aún por debajo de la media andaluza

Una de las farmacias con Punto Sigre.
Mar París / Almería

16 de mayo 2010 - 01:00

Separar los envases y restos de medicamentos del resto de residuos generados en el hogar, depositándolos en el Punto Sigre de la farmacia es una práctica a la que cada vez se apuntan más ciudadanos almerienses. Así al menos se desprende de los datos de la entidad sin ánimo de lucro creada para garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos de origen doméstico. Las cifras correspondientes al 2009 indican que en los 279 puntos distribuidos por las farmacias de la provincia se han recogido 4,45 kilos mensuales por cada mil habitantes.

Esto significa un 10,15% más de medicamentos reciclados que en el año anterior. Según un estudio de opinión realizado por Sigre Medicamento y Medio Ambiente, los ciudadanos están cada vez más concienciados de la necesidad de reciclar correctamente los restos de medicamentos y sus envases, ya que el 86% considera que tirar estos residuos a la basura o por el desagüe puede entrañar algún riesgo para el medio ambiente y, por tanto, requieren de un tratamiento medioambiental específico para su regeneración.

Gracias a la iniciativa de la industria farmacéutica, que impulsó la puesta en marcha de la recogida selectiva de estos residuos, desde el año 2002, SIGRE se hace cargo de los restos de medicamentos no consumidos o caducados procedentes de los hogares andaluces para darles un tratamiento medioambiental adecuado.

Los encuestados coinciden en que hay tres momentos clave para el reciclado de los medicamentos. La primera de ellas, cuando se hace la revisión del botiquín doméstico y se retiran los medicamentos caducados o que presentan un mal estado de conservación, los que ya no se necesitan y los que ya no se recuerda para qué fueron prescritos.

La segunda, cuando se acaba un medicamento y hay que ir a la farmacia a adquirir uno nuevo, que se aprovecha para llevar el envases vacío. Y la tercera, cuando se finaliza un tratamiento y se depositan en el Punto SIGRE los envases vacíos o los envases con los restos de medicación que hayan podido sobrar, evitando así una posterior automedicación inadecuada. En este sentido, el estudio revela que el 52% de los ciudadanos si le sobran algunas dosis de un medicamento al finalizar el tratamiento de una enfermedad ocasional, guarda estos restos en el botiquín doméstico.

Sin embargo, el 73% de ellos considera que volver a tomar esos medicamentos por su cuesta, posteriormente y sin previa consulta a un profesional sanitario, puede entrañar algún riesgo para su salud. Por otro lado, gracias a la colaboración de los farmacéuticos y al asesoramiento que ofrecen al ciudadano sobre la correcta forma de reciclar estos residuos, los encuestados afirman que la farmacia continúa siendo el lugar idóneo para la ubicación de los Puntos Sigre, entre otras razones, por su confianza en estos profesionales sanitarios y su cercanía al domicilio.

Según el mismo estudio, la mayor parte de la población, concretamente un 86%, manifiesta que los efectos del cambio climático ya se están notando en nuestro entorno, principalmente por las condiciones atmosféricas.

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