Recomendaciones para que los almerienses ahorren y no corran riesgos con sus disfraces de Halloween

La elaboración del disfraz para estas fechas es un momento ideal para reciclar productos como forma de educar a los pequeños de la casa en un consumo sostenible, racional y responsable y, también, desde el punto de vista de un mayor divertimento a la hora de preparar junto a ellos estos disfraces, adornos y complementos.

Sin embargo, en el caso de que se opte por adquirir el disfraz, la Unión de Consumidores de Almería (UCAUCE) ha lanzado una serie de consejos que pueden ser de utilidad:

• Ante la variedad de precios y calidades existentes, se aconseja comparar y elegir un producto que garantice la normativa mínima de seguridad CE, descartando y denunciando posibles irregularidades al respecto. Los articulos típicos de estos días pueden ir desde 9 hasta más de 500 euros, dependiendo de el tipo de traje, la calidad de la tela, o si el usuario es un niño pequeño o un adulto. La posibilidad de encontrar elementos desde precios tan bajos, ha provocado que una de las opciones que habitualmente se utilizaba para esta festividad, como era el alquiler, haya prácticamente desaparecido.
• Es imprescindible conservar siempre las facturas, tiques o justificantes de compra, por si fuese necesaria una posterior reclamación. Desde la Unión de Consumidores de Almería-UCAUCE recuerdan que el tique debe contener siempre el nombre del producto, su precio, la fecha de adquisición y el nombre y el CIF (Código de Identificación Fiscal) del establecimiento.
• Los disfraces destinados a menores de 14 años son considerados juguetes y deben tener la marca de la CE y el nombre y dirección del fabricante, las advertencias de uso y un código que permita identificar el juguete. La etiqueta debe garantizar que los tejidos tienen una combustión lenta y no contienen piezas pequeñas o peligrosas para el menor. Para evitar caídas o lesiones el disfraz debe adaptarse al cuerpo del menor y sus accesorios (bastones, espadas, cuchillos…) deben ser blandos y flexibles.
• Las máscaras, deben estar hechas con materiales transpirables, que los agujeros para los ojos permiten una visibilidad completa y que los orificios de la nariz permiten respirar con facilidad.
• Las pelucas tienen que estar fabricadas con materiales ignífugos.
• En el etiquetado del maquillaje debe aparecer, como mínimo, el nombre del producto, el del fabricante, la fecha mínima de caducidad, el número de lote y sus componentes. Es importante que sea hipoalergénico y sobre todo que no contenga plomo, un material tóxico para la piel y la salud. Desde la Unión de Consumidores de Almería-UCAUCE recomiendan los usados en el teatro. Como precaución, se puede aplicar el producto en una pequeña proporción en alguna parte del cuerpo, como el dorso de la mano, y si al cabo de un rato se comprueba que no ocasiona ningún efecto adverso, aplicarlo con normalidad.
• Postizos como narices, verrugas, barbillas, bigotes, barbas y demás deben estar testados dermatológicamente para no producir alergias.
• Dentaduras u otros objetos que se introduzca en la boca no pueden contener elementos químicos perjudiciales para la salud, pues muchos pueden llevar plomo. Además, las cápsulas con productos viscosos que simulan sangre tienen que estar perfectamente etiquetadas y sus ingredientes deben ser aptos para la salud.
• Las lentillas solo deben adquirirse en un establecimiento de óptica y han de ser adaptadas y supervisadas por un óptico u optometrista. Asimismo, hay que tener cautela con los pegamentos de ciertas pestañas postizas, pues pueden provocar irritaciones en ojos y piel.