Cinco recomendaciones para los costaleros

Consejos para vivir la fe

Llevar calzado y ropa adecuados, vigilar la higiene postural y beber agua, algunos consejos

Redacción

27 de marzo 2018 - 02:35

Las procesiones se han convertido en un atractivo turístico clave para España y que no sería posible sin la desinteresada labor de los costaleros. Estos hombres y mujeres cargan sobre la zona cervical a la altura de la séptima vértebra -sobre el "costal", de ahí su nombre-, el peso de los pasos que forman parte de los cortejos de Semana Santa para deleite de cofrades, turistas y todo aquel interesado en esta tradición con siglos de antigüedad.

Los motivos que llevan a estas personas a procesionar como costaleros cargando sobre sí más de 60 kilos son de muy diversa índole, pero, independientemente de los mismos, todos aquellos que deseen hacerlo deben ser conscientes de que si no se toman medidas preventivas, existe el riesgo de padecer lesiones.

Los expertos de la Universidad Europea proponen cinco recomendaciones a seguir: Entrenar de forma previa. Durante las semanas anteriores a la procesión, es recomendable realizar ejercicios que entrenen la musculatura que vamos a necesitar. Es esencial fortalecer la musculatura abdominal, especialmente la profunda (el trabajo correcto del músculo transverso abdominal ayudará a proteger la zona lumbar, ya que este músculo actúa como una faja); No olvidar los ejercicios de calentamiento. Realizar ejercicios antes de comenzar en los que se involucren los principales grupos musculares implicados (cuello, hombro, zona lumbar, muslo y pierna) es clave en la prevención de lesiones; Aprender y practicar una postura correcta. Es preciso mantener una postura adecuada para la carga, intentando la correcta alineación del cuerpo, con la mirada al frente para evitar el daño cervical y promoviendo la autoelongación -buscar con la postura la sensación de crecer-; Llevar una respiración adecuada. Tan importante como cuidar la postura durante el esfuerzo es poner atención a la respiración. Si no es correcta, limitará la cantidad de oxígeno que llega a los músculos, dejándolos sin combustible y provocando fatiga muscular y agotamiento.

Evitar prendas y calzado incómodos y mantenerse hidratado. Aunque pueda parecer menos importante, llevar ropa y zapatos adecuados es clave durante los días en los que se procesionará bajo el paso; como también lo es beber agua. Lo idóneo es elegir ropa cómoda y no muy ajustada, que no dificulte los movimientos y la respiración; y beber agua en pequeñas cantidades.

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