Los resaltos más agresivos tienen fecha de caducidad
La Consejería de Obras Públicas lleva meses trabajando en el desarrollo de un censo de los municipios que cuentan con badenes y resaltos
Badenes, resaltos, reductores de velocidad y hasta guardias tumbados. Son muchos los nombres que se utilizan para definir una serie de obstáculos que desde hace unos años hasta ahora han ido creciendo en la calzada e incluso se han llegado a poner de moda. En principio, su función es reducir, de forma legal, la velocidad de los vehículos, aunque sin embargo, en muchas ocasiones este tipo de elevaciones en las carreteras hace las veces de trampas que han llegado a causar accidentes o averías en los vehículos, tal y como ha denunciado la fiscalía delegada de seguridad vial de Andalucía.
Son muchos usuarios de la vía los que califican el fenómeno como "la fiebre de los pasos sobre elevados o masas de piedra u hormigón". La mente más retorcida hasta podría pensar que han sido ideados por fabricantes de amortiguadores y sistemas de suspensión de los coches. Y es que no hay amortiguación que resista, por ejemplo, los badenes que se construyeron el la travesía de La Cañada o El Alquián, o los del bulevar de El Ejido por donde hay que pasar como máximo a una velocidad de 10 kilómetros por hora. Pensemos que es por la seguridad de los peatones.
Parece que ya ha llegado la hora de que la situación cambie de una vez por todas y para alivio de los afectados. Aunque en septiembre de 2008 el Ministerio de Fomento aprobó una Orden regulando la forma, la altura, el color y la señalización de los nuevos badenes, así como la fecha tope para reformar los anteriores a esa fecha: octubre de 2010, los ayuntamientos miraron para otro lado argumentando que la normativa sólo afectaba a las carreteras del Estado. Esta misma fue la explicación del concejal de Tráfico de la capital, José Carlos Dopico.
Ahora la Junta de Andalucía va a poner orden en este guirigay. La Consejería de Obras Públicas lleva meses trabajando en el desarrollo de un censo de los municipios que cuentan con badenes y resaltos. El fin último es hacer suya la Orden de Fomento y obligar a todas las carreteras de la región, las de diputación y a los ayuntamientos a unificar criterios en este sentido. Será, como explicaron fuentes de la Junta, a partir de octubre cuando se prevé que esta nueva norma entre en vigor en toda Andalucía.
En este sentido, el Ayuntamiento de Almería y todos los demás de la provincia tendrán que acatar la ley y ponerse manos a la obra para adecuar los resaltos que los precisen. Precisamente en la capital almeriense, la Unión de Consumidores de Almería ha denunciado que existen hasta 49 resaltos que incumplen la normativa que establece el Ministerio de Fomento. La cifra es fruto de un estudio que sólo se ha desarrollado en las calles por las que discurre el transporte público urbano, con lo que aseguran que "posiblemente sean más de medio centenar los que superan alturas de 10 y 6 centímetros".
Algunas calles señaladas por UCA como las más problemáticas son la avenida Cabo de Gata, Pablo Iglesias, calle Morato, calle Genoveses, avenida Federico García Lorca, calle Italia, Pescadería, avenida del Mediterráneo, La Cañada o El Alquián.
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