Sin resolver aún la titularidad de parte del suelo escogido
Continúan las negociaciones con la familia Góngora que reclama 1.500 metros cuadrados
Carrida Grupo Inversor todavía no ha terminado de resolver el conflicto por la titularidad del suelo con la familia Góngora, que reclama como propios 1.500 metros cuadrados de la superficie de la cabecera de la Rambla afectada por el proyecto para la implantación del centro comercial previsto,
Las negociaciones con esta conocida familia almeriense continúan de forma amigable, sin que el grupo empresarial haya recurrido a los tribunales para que sea la Justicia la que aclare la propiedad del suelo reclamado, a la espera de cerrar cuanto antes un acuerdo que salve de modificaciones al proyecto y, por tanto, de más retrasos.
Los promotores del centro comercial tienen pendiente también hacer efectivo la totalidad del pago al Ayuntamiento de Almería al que debe abonar, según el convenio suscrito en 2004, la cantidad de dos millones de euros. Carrida Grupo Inversor hizo un primer ingreso, solicitando al Ayuntamiento un aplazamiento para una segunda transferencia. La petición fue admitida por el Consistorio de la capital, que modificó el citado acuerdo de tal manera que los promotores no están comprometidos a hacer ese segunda transferencia de capital, correspondiente al 15% del aprovechamiento urbanístico, hasta que le sea concedida la licencia de obras.
La actuación llevará aparejada, según también el convenio, el adecentamiento de 60.000 metros cuadrados aledaños al futuro centro comercial, una zona degradada en la que aún perduran cuevas e infravivienda pese a constituir una de las principales entradas a la ciudad.
La aportación de capital y la mejora de este espacio con zonas ajardinadas para disfrute público son las compensaciones a aportar por Carrida a la ciudad por la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana por la que el Ayuntamiento permitió, el 22 de julio de 2005, la actividad comercial sobre una superficie bruta de 34.000 metros cuadrados.
El proyecto contempla la construcción de un edificio de 90.000 metros cuadrados, dividido en tres plantas, de los cuales, 40.500 están destinados a locales en alquiler con un concepto que difiere a las tradicionales grandes superficies. La pretensión es contar con la presencia de empresas con raíces almerienses y ofrecer -otra peculiaridad- una oferta de restauración de comida tradicional mediterránea bajo el concepto slow food sin limitarse a los conocidos fast food.
El centro comercial concede gran relevancia precisamente a la oferta de actividades de ocio. Además de locales de restauración, el proyecto reserva metros cuadrados para la apertura de siete salas de cine. Una de las ideas barajadas por el promotor es la abrir un moderno centro de actividades físicas en la última planta diseñada por el arquitecto Eduardo Simarro como un gran mirador acristalado desde el cual se podrá divisar la bahía almeriense hasta Cabo de Gata.
En el sótano, está prevista la construcción de un aparcamiento con una capacidad para acoger a 2.000 vehículos, con acceso directo al exterior y sin necesidad de recorrer rampas, según las explicaciones sobre las características del edificio ofrecidas por Carrión y el arquitecto.
El proyecto empresarial posee también su vertiente social. Además de la mencionada actuación para convertir 60.000 metros cuadrados degradados en espacios verdes, la creación de puestos de trabajo beneficiará a los barrios cercanos desde Cruz de Caravaca hasta Plaza de Toros. José Luis Carrión tiene calculado que la implantación del superficie comercial generará unos 1.500 puestos de trabajo, más de 800 directos y unos 500 indirectos, con mayor incidencia en los núcleos urbanos del entorno, que registran una elevada tasa de desempleo.
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CONTENIDO OFRECIDO POR DIPUTACIÓN DE ALMERÍA