El rincón del buen comer se convierte en escombros

El restaurante que creó Juan Pedro Alarcón en 1967, junto a sus hermanos, fue la referencia gastronómica en Almería

Alarcón, en el restaurante de su hijo con el mismo nombre que el afamado Rincón de Juan Pedro.
Alarcón, en el restaurante de su hijo con el mismo nombre que el afamado Rincón de Juan Pedro.
Fran Murcia / Almería

12 de septiembre 2008 - 01:00

Lágrimas, miradas perdidas y muchos recuerdos, que aunque patentes en la mente de muchos, se demolieron ayer por la mañana. El lugar derruido fue no de los lugares más emblemáticos en la época de los 70, el restaurante el Rincón de Juan Pedro, donde políticos, artistas y deportistas no perdían la ocasión, cuando llegaban a Almería, para probar el famoso lenguado a la naranja.

El restaurante fue creado en 1967 por los hermanos Alarcón: Diego, Lorenzo y Juan Pedro. Fallecidos los dos primeros, sólo queda el menor, el que promovió uno de los auténticos lugares de categoría de Almería.

Para el promotor del Rincón de Juan Pedro, su restaurante, que dejó en 1981, ofrecía calidad: "Dábamos lo mejor, lo más selecto. A la gente, de los platos que teníamos, le gustaba mucho la pierna de cordero, el lenguado a la naranja y el trigo".

Según Juan Pedro Alarcón, guarda los mejores recuerdos del restaurante: "Vinieron Calvo Sotelo, Adolfo Suárez y multitud de ministros".

La nostalgia de Juan Pedro Alarcón se hacía mayor por cada parte del edificio que destruían: "Cuando lo creamos, tenía muchas ganas. Era un negocio donde trabajaban alrededor de 90 personas. Me da pena porque estuve desde la primera piedra y ahora estoy viendo como lo están derribando".

El restaurante, que estaba compuesto por cuatro plantas, dos cocinas y un ascensor en su interior, mostraba su categoría por los detalles que se podían ver. "Teníamos maître y los camareros trabajaban con esmoquin", explica Juan Pedro Alarcón.

Su hija, María del Mar Alarcón, vivió esta época con ocho años: "Recuerdo que había muchísima gente trabajando. Era muy glamuroso. Venían muchos famosos y equipos de fútbol".

Para su hijo, con el mismo nombre que el padre, Juan Pedro Alarcón, el restaurante marcó una etapa: "La época coincide con el despegue económico de Almería. Es una parte importante de una generación. Hay gente que viene preguntando por el Rincón, después de 20 años".

Según María del Mar Alarcón, el éxito del Rincón de Juan Pedro se debía a que era diferente a otros restaurantes: "Había camareros que tenían formación de fuera, con estilo francés y su chaqué. Realizaban cosas muy originales. Era un negocio muy vanguardista".

Uno de los lugares que más asombraban a los que llegaban al restaurante era el expositor. "Había todo tipo de marisco y pescado", señala el hijo de Juan Pedro Alarcón.

Los comensales que asistían al restaurante siempre iban ataviados para la ocasión: "Las mujeres se vestían de largo", dicen los hijos.

María del Mar Alarcón asegura que este derrumbe está siendo un drama para su hermana Carmen: "Llora todos los días". Además reivindica que el edificio no lo deberían haber derrumbado: "La fachada era preciosa, la podían haber conservado".

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