La casa rociera de Marín Lupión acoge a romeros almerienses

Durante el pasado fin de semana fueron muchos los almerienses y cofrades que se trasladaron al municipio de Almonte para vivir junto a la Hermandad del Rocío de nuestra ciudad la festividad de Pentecostés. Muchos de ellos se encontraban ya en la aldea, algunos otros guiaban al Simpecado por las arenas de Doñana y otros abandonaban nuestra capital en autobús el pasado viernes a las tres y media de la tarde desde la puerta del colegio de La Salle para reecontrarse con los hermanos que aguardaban su llegada en la casa de hermandad situada en el Rocío.

Han sido unos días intensos en los que no ha faltado el buen ambiente, la convivencia, los cantes y las palmas, pero donde por supuesto ha habido tiempo para acercarse a la Virgen del Rocío, centro y fin de esta romería que reúne a más de un millón de personas.

Entre los muchos encuentros y convivencias que ha ofrecido este año el Rocío está la ofrecida por Francisco Marín Lupión, miembro de la hermandad y cofrade del Prendimiento, cuya casa en la aldea de Almonte ha sido casi un paso obligado para muchos almerienses que se han acercado para disfrutar de la extraordinaria hospitalidad de 'Paco Lupión' y su mujer, Carmen Fernández. En un gran ambiente familiar y rociero, todos los invitados pudieron saborear los exquisitos manjares preparados en la casa de la calle Ajolí y esperar, entre sevillanas y rumbas, el ansiado momento de la salida de la Virgen y su paso ante la casa de la hermandad almeriense.

Entre los asistentes a esa convivencia de la familia Marín-Fernández estuvieron Luis Corpas, Florencia Maenza, Victoria Sánchez, Victoria Ortiz, el consiliario Esteban Belmonte, Francisca Revueltas, Luis Criado, Raquel Criado -hermana mayor electa-, Purita Allés, Antonio Montellano y Javier Morcillo.