Una de romanos
Luces y razones

Pero no una “peli”, como se dice de forma tan coloquial como impropia, sino por una tendencia, en las redes sociales, que llevó a las mujeres a preguntar a sus amigos, maridos o padres por las razones de tener tanta inclinación hacia los usos y costumbres de la Antigua Roma. Acaso, por las cuestiones de género, tenga algo que ver con determinadas formas de masculinidad, pero mejor no meterse en ese charco, pues caben los inconvenientes efectos del presentismo, ese modo de interpretar, con criterios contemporáneos, lo que ocurrió muchos siglos atrás. Ahora bien, machirulos los había entonces como ahora. Puesto que las novelerías acaban convirtiéndose en objeto de estudio, la supuesta propensión de los hombres por el mundo romano puede relacionarse con el atractivo de la tecnología y la disciplina militar, el poderío de los liderazgos imperiales, la fuerza de las tradiciones, el respeto a la familia, el arte sobrio junto a la austeridad personal y el estoicismo en una identidad característica, e incluso con las razones de la caída del imperio. Si bien, antes que la romana querencia de los hombres -una fruslería ociosa, propia del uso de las redes-, más valdría considerar el general atractivo, para hombres y mujeres, de las grandes civilizaciones; a las que debemos no poco, como, por sencillo que parezca, la hora sexta, de la siesta.
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