Fran acaba de cumplir cinco años. Quienes lo conocen bien dicen que es muy espontáneo, risueño y muy gesticulador, lo que le ha ganado el apodo en casa de 'pequeño ratón'. Su mayor sueño es jugar al fútbol, pero ahora no puede hacerlo como realmente le gustaría. La lesión medular con la que nació lo tiene sentado en una silla de ruedas pero, desde hace unos días, participa en un proyecto experimental que podría poner fin a esta situación.

Fran nació por cesárea en el Hospital de Poniente. A su madre, Raquel Santiago, le informaron al día siguiente de que Fran tenía hipotonía, es decir, que no tenía tono muscular. Posteriormente, pasó a ser atendido por médicos del Hospital de Torrecárdenas pero, pese a las pruebas que le realizaron, nunca dieron un diagnóstico claro a sus padres. "El niño fue creciendo y veíamos que no era normal que no se quedase sentado, no gatease, no moviese las piernas ni hiciera por caminar", explicó Raquel al Diario de Almería. "Los médicos no le daban importancia y me decían que ya andaría y lo fui sobrellevando porque, de alguna forma, me quise engañar", apuntó.

A los quince meses del nacimiento de Fran, sus padres deciden emigrar a Alemania. Ya no era sólo una cuestión laboral, que también; sino porque sabían de la calidad del sistema sanitario alemán en el que confiaban para una respuesta a su pequeño ratón. Apenas llevaban una semana en Alemania cuando les confirmaron la paraplejia de Fran, que cayó como un mazazo. "No podía aceptar aquello y me pasé nueve meses llorando en casa de mi suegra", señaló Raquel. Aquella depresión le llevó de vuelta a España durante una temporada. En esa época no dejó de buscar una salida a la situación de su hijo hasta que conoció, a través de Internet, la labor de la neurocientífica Almudena Ramón Cueto, pionera de la regeneración neural por glía envolvente olfatoria.

En su regreso a Alemania, la tarea de esta médica y científica se volvió a cruzar en su camino al ver una noticia de como un bombero polaco había recuperado la movilidad tras el uso de la técnica que esta doctora estaba tratando de desarrollar. No se lo pensó más e inició una ardua tarea para contactar con ella. No fue fácil y hubo que esperar aún casi dos años hasta que, el pasado 15 de noviembre, logró que la doctora Ramón Cueto pudiese ver por primera vez a Fran en Valencia. Este "gran guerrero" vive ahora en Roquetas de Mar desde donde sigue su particular lucha para dar su primer paso. "Ese día comenzamos el llamado diagnóstico multisistema que son una serie de pruebas, alrededor de la veintena, con el objetivo de estudiar el organismo de Francisco de una manera meticulosa y precisa que permita saber si es apto para el tratamiento que podría ponerlo de pie", explicó entusiasmada Raquel.

La tarea de la doctora Ramón Cueto no ha estado exenta de polémica en los últimos años pero esta madre insiste en que se trata "del rayo de luz que todos los lesionados medulares podían esperar". Raquel subraya que Fran, el tercero de los pacientes con lesión medular que es atendido por esta doctora en Valencia, presenta buenas perspectivas porque "es especial, le encanta el deporte, tiene mucho coraje y se trata de un niño cuyos músculos no están atrofiados como podría pasarle a un adulto". Así, pese a lo costoso que podría ser el tratamiento, la familia de Fran no se rinde y ya busca apoyos económicos para afrontar el esperanzador camino que se les abre.

Fran, de momento, no puede dar una fuerte patada al balón y marcar el gol con el que tanto sueña; sin embargo, su valentía, empujada por el tesón de su madre y la perseverancia de una doctora pionera, podrían estar a punto de marcarle un gol a su lesión medular y abrir la mayor de las esperanzas a enfermos de todo el mundo.