El obispo de Almería, sobre los inmigrantes del Seminario: "Si hace falta, me vengo a vivir con ellos"

La Diócesis de Almería presenta un proyecto social de formación para jóvenes migrantes en el antiguo Seminario, buscando la integración y el diálogo con la comunidad.

El 'cónclave' de los padres del Diocesano: crece el rechazo a los inmigrantes en el Seminario de Almería

Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería, en el Seminario de Almería.
Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería, en el Seminario de Almería. / Javier Alonso

El obispado de la comarca de Almería ha presentado su proyecto de formación sociolaboral para migrantes en el antiguo Seminario Menor con el respaldo del obispo Antonio Gómez Cantero y el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), defendiendo la iniciativa ante las dudas y críticas surgidas. La propuesta busca la inserción laboral de personas que llevan años en la provincia, ofreciéndoles formación reglada y acompañamiento para mejorar sus oportunidades y contribuir a la sociedad almeriense. Las declaraciones del obispo, que incluye la mención a los 10 millones de euros de donación recibidos, buscan tranquilizar a los padres del cercano colegio Diocesano y a la sociedad, asegurando que las personas que se formarán no son menores no acompañados ni tienen un pasado delictivo, sino jóvenes adultos comprometidos con su futuro.

Las aulas donde se formarán los jóvenes inmigrantes en el Seminario de Almería.
Las aulas donde se formarán los jóvenes inmigrantes en el Seminario de Almería. / Javier Alonso

La postura de la Iglesia ante la polémica

Gómez Cantero asegura que “nadie va a saltar al colegio Diocesano”, desmintiendo las especulaciones. Destaca que las murallas del seminario alcanzan los cinco metros de altura y que el proyecto no supone un riesgo. Con un mensaje de calma, el obispo afirma que “no hay que tener miedo” y recuerda que la iglesia, a lo largo de su historia, ha estado siempre presente allí donde hay una necesidad social. El obispo añade con rotundidad: “Si hace falta yo me vengo a vivir aquí con ellos” para demostrar su confianza en el proyecto y en las personas que van a participar en él.

El obispo defiende que las personas que recibirán formación “no son todo lo que se ha dicho por ahí”. Explica que son individuos que llevan ya uno, dos, tres o cuatro años viviendo en Almería y que lo que buscan es una oportunidad para salir adelante. Subraya que no se trata de menores no acompañados (MENAs) ni de personas que hayan estado en prisión, como se ha especulado. Con esta iniciativa, la Diócesis de Almería busca ofrecer una respuesta "creativa, necesaria y profundamente evangélica" a una realidad acuciante de la provincia.

Objetivos del proyecto de formación

Rueda de prensa del Obispo de Almería en el Seminario de Almería.
Rueda de prensa del Obispo de Almería en el Seminario de Almería. / Javier Alonso

El director del proyecto, Daniel Izuzquiza del SJM, corrobora la importancia de esta iniciativa, que se enfoca en la capacitación profesional. El proyecto se basa en cuatro ejes principales: formación en el centro, cursos externos, desarrollo de competencias transversales y formación integral de la persona.

La formación se centrará en áreas con alta demanda laboral en la provincia, como la agroalimentaria, hostelería, logística y cuidados, para garantizar la inserción de los participantes en el mercado de trabajo. El objetivo final es formar a personas y ciudadanos, no solo a trabajadores. Con esta formación se pretende dotarles de las herramientas necesarias para que puedan conseguir un empleo estable y contribuir a la sociedad almeriense.

La iniciativa es una colaboración con el Servicio Jesuita a Migrantes, que cuenta con una amplia experiencia. Según el dossier presentado, la Compañía de Jesús tiene más de 70 colegios y 60.000 alumnos en España, además de proyectos sociales en 14 ciudades. El Servicio Jesuita a Migrantes ha atendido a 691.000 personas en 36 programas de hospitalidad en toda España. El director del proyecto ha asegurado que cuentan con sistemas de seguridad y protocolos para todos los centros educativos y sociales, que incluyen formación del personal y seguimiento de riesgos.

Patio interior del Seminario de Almería.
Patio interior del Seminario de Almería. / Javier Alonso

En cuanto a la financiación, el obispo asegura que los cursos serán gratuitos para los participantes, ya que el objetivo es la obra social y caritativa, y no la ganancia económica. El proyecto se apoya en una financiación diversificada, que incluye aportaciones de fundaciones y empresarios privados que han mostrado interés en la propuesta. La diócesis contribuye con la cesión del edificio, pero el proyecto está diseñado para ser sostenible a largo plazo, buscando vías de financiación que aseguren su permanencia.

Hacia un futuro de integración

La Diócesis de Almería tiene claro que su apuesta es una "propuesta contra protesta" y que el proyecto ha sido diseñado con la máxima seriedad. En respuesta a las dudas y el malestar de un grupo de padres del colegio Diocesano, el obispo ha confirmado que ha habido reuniones para aclarar las especulaciones y calmar los ánimos. El director del proyecto, Daniel Izuzquiza, también ha confirmado el diálogo con los padres y su compromiso de seguir manteniendo informados a los afectados por el proyecto.

Daniel Izuzquiza añade que, aunque se habla de que los inmigrantes van a vivir en el Seminario, es importante aclarar que el proyecto no es una vivienda, sino un "recurso de inserción" con una pequeña parte residencial de apoyo para que las personas puedan concentrarse en su formación. Se ha previsto el alojamiento temporal, pero no una residencia a largo plazo. El obispo ha especificado que los participantes vivirán en el centro solo durante el tiempo que duren los cursos, ya sea por tres o seis meses, para facilitar su capacitación y posterior salida al mercado laboral.

El obispado y el SJM han trabajado en la iniciativa durante un año para asegurar que sea un proyecto “serio, bien planificado y que no nos va a llevar a nada que esté fuera de lugar”. Aunque el edificio ha estado sin uso desde 2021, la remodelación para adecuarlo a la normativa está en marcha, por lo que las clases podrían arrancar en marzo o septiembre de 2026, dependiendo del tiempo de la burocracia.

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