¡Hasta siempre, mi general!

Juan Jesús Martín Cabrero se despide de la Brigada de la Legión tras cuatro años al frente de la misma

Será relevado por Marcos Llago Navarro, que tomará posesión el 15 de junio

¡Hasta siempre, mi general!
¡Hasta siempre, mi general!
Miguel Martín

07 de junio 2018 - 02:33

Juan Jesús Martín Cabrero ha sido el general jefe de la Brigada de la Legión durante algo más de cuatro años. Sin embargo ha llegado el momento del retiro de este mando militar que bajo su mandato ha visto cómo sus hombres y mujeres se convertían en una pieza clave en misiones internacionales en países como Malí e Irak. Países de los que en las últimas semanas han regresado los contingentes desplegados tras cumplir con éxito sus respectivas misiones. Apenas una semana después del regreso de la última rotación de Irak al aeropuerto de Almería y de la presentación de uno de los proyectos más ambiciosos desarrollados en el campo de tiro y maniobras 'Álvarez de Sotomayor' de Viator, una ampliación que ha conllevado la creación de un polígono de combate en zonas urbanizadas único en su género, el mayor de España con 6.000 m2.

No se puede olvidar que con él al frente España decidió convertir a la Legión en la punta de lanza en el adiestramiento para la guerra en el subsuelo liderando el programa PICAS, siglas que corresponden a Preparación Integral para el Combate en Ambiente Subterráneo. La Legión fue designada Unidad de Referencia para la Preparación (UPR), que se constituyó sobre dos secciones de las Banderas VII Valenzuela y VIII Colón del Tercio Don Juan de Austria reforzados por un batallón de zapadores y sanitarios, responsables de desarrollar tácticas, estrategias y mecanismos para combatir al enemigo, a los insurgentes y cualquier posible conflicto que implicase introducirse en cuevas, galerías, alcantarillas...

A su sucesor le esperan nuevos retos. No en vano, como recordó el propio Martín Cabrero el pasado mes de febrero, en noviembre la Brigada de la Legión llevará a cabo en el acuartelamiento de Viator las primeras pruebas del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 del Ejército de Tierra, tal y como anunció en enero el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), Francisco Javier Varela.

Su sustituto será el general de brigada Marcos Llago Navarro, que desde este mismo jueves relevará oficialmente en el mando a Martín Cabrero, si bien no será hasta el 15 de junio cuando tomará posesión del mismo en otro acto en la base 'Álvarez de Sotomayor'. Aunque el protagonista de ayer continuó siendo Martín Cabrero, quien en el patio de armas del acuartelamiento de Viator se despidió de los legionarios de esta unidad a la que considera una familia, un lazo que "une y hace invencibles" a sus miembros.

"Estoy absolutamente convencido de que somos mucho más que una unidad militar, tenemos un estilo diferente al resto, ni mejor ni peor, pero es el nuestro, es el estilo legionario que nos marca nuestro Credo Legionario y que consideramos sagrado", ha dicho durante su alocución, después de que las unidades de la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII' desfilasen ante él y las autoridades civiles invitadas en el patio de armas de la base de Viator, donde el general defendió que todos los que forman parte de la "familia legionaria" son hermanos. "Este es el orgullo de pertenecer a esta familia legionaria que nunca dejaré. Desde este Cuartel General he apoyado a todas las unidades legionarias sin distinción y espero haber cumplido con las expectativas que, como jefe institucional de la misma, se pudieran esperar de mí", dijo, felicitando acto seguido los contingentes que acaban de regresar de Malí e Irak. Les regaló su enhorabuena por su "excelente trabajo" en zona de operaciones, como también lo hizo con los legionarios recién incorporados del Centro de Formación, porque son la "sabia nueva, cargada de ilusión que siempre hace falta en La Legión". Sólo una espinita en este adiós: "Desde aquí me despido igualmente de los Tercios 1º y 2º y de la Bandera de Operaciones Especiales de La Legión, sintiendo no haber podido hacerlo en persona por causas ajenas a mi voluntad", manifestó. También agradeció al Ejército Español por haberle permitido ser "feliz" en su vida sirviendo en sus filas durante 41 años. "Mucha responsabilidad de ello la tenéis vosotros, legionarios, ya que han sido casi 20 años sirviendo a España, de verde, entre vosotros", subrayó, sosteniendo que la Legión ha sido su forma de vida y que el Credo Legionario ha marcado su forma de "servir a la milicia, de tratar al legionario, de seguir un camino noble, el camino de los Caballeros y de alcanzar una meta". Asimismo manifestó su pena por dejar esta unidad aunque afirma que se va con "la satisfacción del deber cumplido y la esperanza de haber sido justo, noble, cercano, honrado y humano", precisando que su preocupación ha sido que sus subordinados hayan encontrado en él un ejemplo a seguir y hayan podido decir que ha sido un legionario, uno de los suyos, apostillando que si no lo logrado, no habrá "alcanzado el éxito personal" que podría esperar de su vida militar. "No puedo dejar de mencionar hoy a los grandes pilares de mi vida; a mi mujer María Luisa y a mis tres hijos, por el reiterado esfuerzo que les ha exigido mi vida profesional y por su constante apoyo en todas las decisiones que he tenido que tomar y que alteraban continuamente el normal discurrir de sus vidas", dijo por otro lado antes de recordar a los diez legionarios que han perdido la vida durante sus cuatro años al mando de la Brigada de la Legión, soldados que "dieron su vida por la patria" y que junto al Cristo de la Buena Muerte, "estarán velando por nosotros y por La Legión desde allá arriba". Hasta siempre, general.

Un almeriense de adopción que agradece su Escudo de Oro

"Quería agradecer a la provincia de Almería y a los almerienses el trato que en todo momento ofrecen a la Legión, a las Fuerzas Armadas y a mi persona, desde Viator donde nos asentamos hasta la capital, pasando por multitud de poblaciones con la que he tenido una estrecha relación. Desde el día 19 de mayo me siento mucho más almeriense tras haber recibido el escudo de oro de la ciudad de Almería, lo que vuelvo a agradecer públicamente al alcalde Ramón Fernandez-Pacheco. Siéndolo ya de corazón desde hace mucho tiempo, me has hecho almeriense de por vida". Con estas palabras, el general Martín Cabrero tuvo su particular guiño al regidor de la capital almeriense. No es de extrañar porque hace escasos meses el mismo reconocía que durante su mandato ha "intentado abrir puertas y acercarme a las miles de entregas de premios de Almería para hacer ver que el ejército está en la sociedad" y extender las actividades de la Legión a toda la provincia.

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