Inversión en acciones de Recursos Básicos
Un sistema de detección de meteoros se aloja en las cúpulas de Calar Alto
La estación ha sido instalada por el investigador José María Madiedo, de la Universidad de Huelva Detectará la entrada de rocas en la atmósfera terrestre procedentes de asteroides
Una nueva línea de investigación se ha abierto en el Observatorio de Calar Alto con la instalación por parte del investigador José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, de un nuevo sistema que permitirá detectar la entrada de rocas en la atmósfera terrestre procedentes de los asteroides y cometas. La estación, la octava del país, se ha implantado gracias al apoyo que ha recibido el profesor, un referente en el estudio de los meteoritos, tanto del Instituto de Astrofísica de Andalucía como del Centro Astronómico Hispano Alemán. El sistema, que funciona de manera totalmente automatizada sin que sea necesaria la presencia del investigador onubense, echó a andar a pleno rendimiento en los últimos días de julio. Está basado en cinco detectores de alta sensibilidad que monitorizan de forma continua el cielo nocturno y que son capaces de determinar la trayectoria de estos fragmentos que impactan contra la tierra. Según ha informado la Universidad de Huelva, los datos obtenidos por la estación permiten estudiar también las propiedades de las rocas y su composición química gracias a una técnica desarrollada por el profesor Madiedo. En el caso de que las rocas impacten contra el suelo produciendo meteoritos, los detectores implantados en Calar Alto y en las otras siete estaciones permiten determinar el punto de colisión para poder recuperarlos y posteriormente lograr analizarlos en profundidad.
La estación de detección que se ha instalado en el Observatorio de Gérgal cuenta con un radio de acción de unos 600 kilómetros cuadrados, por lo que será capaz de monitorizar el espacio aéreo de la parte sur de la Península Ibérica y también del norte de África. El sistema funciona de manera coordinada con las otras siete estaciones que se gestionan desde la Universidad de Huelva y con otras con las que se colabora en el marco de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos. Y es que el centro onubense se ha situado con sus investigaciones de los últimos años a la vanguardia del estudio sobre material interplanetario y sus impactos en la Tierra gracias al trabajo del investigador José María Madiedo. De hecho, en el mes de febrero anunciaron que habían logrado detectar el mayor impacto registrado de una roca contra la luna, que pudo originar un cráter de unos 40 metros de diámetro. Lo hizo coincidiendo con su publicación en la revista "Monthly Notices of the Royal Astronomical Society", aunque se había producido meses antes, en septiembre del pasado año.
Hasta ese momento el impacto de mayores dimensiones registrado lo había detectado la NASA en marzo de 2013. En aquella ocasión el destello duró un segundo y el peso de la roca fue de unos 40 kilos, siendo el de los investigadores onubenses de una roca, con un peso similar al de un coche pequeño, entre 400 y 450 kilos, la que chocó contra la luna produciendo "un destello tan brillante que pudo observarse a simple vista y que se prolongó durante ocho segundos", como ellos mismos anunciaron en rueda de prensa. Es más recordaron que el sistema de procesamiento de la información detectada por sus telescopios se hace a tiempo real, mientras que en los de la NASA el tiempo medio es de un mes.
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