La solidaridad tiene nombre y apellido en Vera: Asociación Hudea

Este colectivo que presta ayuda a los más necesitados entrega en alimentos a 1.400 familias. En diciembre se hará otra campaña

La solidaridad tiene nombre y apellido en Vera: Asociación Hudea
La solidaridad tiene nombre y apellido en Vera: Asociación Hudea
Ricardo Alba

26 de octubre 2014 - 01:00

"A mí me puede sacar de frente, no tengo que ocultarme de nada". Lo dice mirando a los ojos una mujer que hace cola pacientemente para recoger su caja de alimentos, la que bimensualmente reparte la Asociación Hudea. A fecha del pasado viernes eran 900 familias las que habían recibido ya su bolsa de alimentos y "faltan 500 aproximadamente para completar el cupo que tenemos. También hemos de atender a aquellas familias que no han podido entrar en el listado general". Así lo explica Mario Vásquez, presidente de la Asociación Hudea, mientras no pierde detalle del trabajo impagable de los colaboradores que preparan las bolsas y las cajas con entre 50 y 70 kilos de alimentos para cada familia necesitada.

"Lo entregamos en cajas", comenta Mario Vásquez, "porque es más beneficioso para empaquetar y transportar, con la bolsa es más complicado. Cada caja o bolsa lleva alimentos básicos: arroz, harina, pasta, leche, lentejas y por el estilo".

Mario cuenta que "además del Banco de Alimentos, personas y empresas voluntariamente aportan lo que pueden, entienden la necesidad que hay y lamento que centenares de familias, bien por desconocimiento o por lejanía a Vera, no puedan entrar en el cupo de entrega de alimentos".

Hace 10 años surgió la necesidad de ayudar a la población ecuatoriana recién llegada a Almería. Hoy, la Asociación Hudea atiende en la medida de sus posibilidades los apuros de 1.400 familias aproximadamente, un 75% de ellas españolas y el resto de nacionalidades extranjeras. A partir del año 2009 se acentuó la precariedad, "y esto nos llena de orgullo porque sabemos que hacemos las cosas bien, que estamos compartiendo y aportamos nuestro granito de arena para esta necesidad".

Mario Vásquez y sus colaboradores ven correspondido su esfuerzo con el agradecimiento, como es el caso de Verónica, con siete miembros en la familia. "Gracias a esto la gente sobrevivimos. No hay trabajo, en la hostelería tres meses y nada más. Si tienes más de 35 años no te cogen ni para las labores del campo. Cada día se hace más difícil. No hay forma de que esto cambie, esto va a peor", Verónica podría dar un tratado completo de cómo sobrevivir a una situación agónica. Algunas de las personas que escuchan la conversación hacen comentarios "estamos viendo a gente que se están llevando millones y siguen tan campantes. ¿Se imagina que nosotros le pidamos a Mapfre que nos pague el seguro?". La indignación acompaña a la necesidad extrema.

Al fondo de la nave, María, veratense, lleva haciendo paquetes desde la semana pasada, "con esta es la segunda vez que colaboro". A su lado, Elena ayuda "en esta campaña. Es mi primera vez". Los jóvenes Juan Pedro y Francisco Luis acarrean cajas y bolsas de un lado a otro.

Al salir de la nave, el sol deslumbra la vista. Al principio son figuras, cuando los ojos se hacen a la luz en cada persona que espera puede leerse: resignación-Las colocan en el mostrador para que María y Elena hagan la distribución de los alimentos.

stats