María del mar bautista. 1 años. diálisis infantil

"Era mi sueño, soy afortunada por compartir mi vida con estos niños"

"Era mi sueño, soy afortunada por compartir mi vida con estos niños"

"Era mi sueño, soy afortunada por compartir mi vida con estos niños"

María del Mar Bautista tiene plaza fija en el colegio público de El Puche. A sus 31 años ya ha logrado el destino laboral que siempre quiso. "Trabajar con los pequeños del hospital era mi sueño desde el mismo momento en el que terminé la carrera y no me pienso mover de aquí hasta que me echen. Ahora puedo decir que soy afortunada por compartir mi vida con estos niños, es una oportunidad que pasa una vez y la quise aprovechar", apunta la joven docente encargada de la Unidad de Diálisis Infantil. Reconoce que con este tipo de pacientes se genera un vínculo especial porque les imparte clases toda la semana salvo los jueves que van a sus colegios para no perder el contacto con profesores y compañeros. De ahí que la coordinación con tutor y profesores del menor en diálisis sea necesaria y permanente. María del Mar convierte la bandeja de comer en un pupitre improvisado en el que aprender las lecciones durante el tratamiento de diálisis.

Siempre está acompañada por personal sanitario por si le baja la tensión al menor o surge cualquier indisposición. "Son experiencias muy duras y a veces me propongo no pensar al salir, pero no puedo. Es imposible no implicarte cuando sabes que tus niños estarán aquí enganchados a la máquina hasta que no llegue el transplante". Los pacientes de diálisis no se pueden desplazar a las actividades que se realizan para los demás en aulas y otros espacios, de ahí que María del Mar se esfuerce en convertir la pequeña unidad en un colegio en el que no falte casi de nada. Juguetes, libros, decoración y mucho amor. "Mar, dame un abrazo, que tengo mieditis", le dice un alumno y la profesora, en su tercer curso, no lo duda un momento. Cuando la necesitan, se queda más horas.

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