El sueño andaluz del hombre con cara de niño bueno
"¡Nunca pensé que me vería hablando aquí como candidato y como futuro presidente de la Junta!". Quien así se dirige a las más de 3.500 personas convocadas en el pabellón de deportes de la Universidad de Málaga es Juan Manuel Moreno Bonilla, Juanma Moreno (Barcelona, 1970). Es martes, han pasado pocas horas de su claro triunfo en el segundo debate de campaña sobre Susana Díaz, y está exultante entre la euforia de una afición que al fin ve claro que tiene un aspirante potente a la Junta y le aclama al grito de "¡presidente, presidente!". Está entre los suyos, en su ciudad. El desconocido que hace apenas un año aterrizó en Andalucía para hacer frente a la diva del socialismo patrio afronta hoy el día más importante de su trayectoria política. Y lo hace en mejor posición que hace 15 días. La campaña electoral ha sacado a la luz a un político que esconde tras la cara de niño bueno - "eres el marido perfecto para mi hija", le gritaron en un mitin- a un hombre con determinación, firmeza y las ideas meridianamente claras. Juanma Moreno es nuevo en Andalucía, pero atesora a sus espaldas una larga carrera política en la que algunos recuerdan sus contundentes intervenciones como diputado en el Congreso.
En esta carrera electoral su obsesión ha sido hablar de empleo, de ilusión, de futuro y de porvenir. Hijo de emigrantes a Barcelona -charnego, pero menos- se ha empleado a fondo para borrar la imagen de derechona que durante años acompañó a los candidatos del PP en Andalucía. Ha medido bien y no ha tenido una sola salida de tono. Casado y con tres hijos de 5, 4 y apenas un año, sólo se le ha visto molesto, y mucho, cuando se filtraron los datos de escolarización de sus pequeños. Pese a las tentaciones, no entró al "barro" porque se empeña en afirmar que "tras 33 años de socialismo en Andalucía" hay otra forma de hacer política. En esa lucha, su educación y contención han superado con claridad a la acritud y soberbia de Susana Díaz. "Nuevas formas frente a viejas recetas", ha dicho mil veces. El mensaje ha calado y a su alrededor lamentan no haber tenido una semana, u otro debate, para consolidarlo.
A pesar de lo que se juega hoy, ha rechazado tener un ojo en las encuestas y fía su suerte a una campaña en la que insiste en que "hemos ido de menos a más". No se sabe en qué se traducirá esta afirmación en las urnas, pero sí parece claro que, pase lo que pase, Juanma Moreno sí se ha garantizado estabilidad al frente del partido. Las cinco ocasiones en las que Mariano Rajoy ha bajado a apoyarle y su crecimiento durante la campaña así lo indican. Él lo tiene claro, insiste en que su proyecto es a medio y largo plazo y está decidido a ser el primer presidente "centrista" y del PP de Andalucía. Sea esta noche o en las próximas elecciones.
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