El sueño de una noche de VERANO

Lágrimas de San Lorenzo en Rodalquilar, velada andalusí en Santa Fe, cultura y tradición en Ohanes... en agosto no se duerme

El sueño de una noche de VERANO
El sueño de una noche de VERANO
Iván Gómez

12 de agosto 2013 - 01:00

Que brille la casa con luz indecisa junto a la lumbre medio apagada. Cada duende y espíritu encantado salte tan ligero como ave sobre zarzal… mano en mano, con gracia hechicera, cantaremos y bendeciremos este sitio... ahora hasta rayar el día... Los pueblos y gentes de Almería, imbuidos por William Shakespeare y su sueño de una noche de verano, se han lanzado a disfrutar de cada madrugada de agosto como si fuera la última. Son noches de espiritualidad, de magia, de reencuentros y horas de convivencia bajo la luna en la que se implican los municipios más avezados de la provincia con ingredientes singulares para una variada receta de ocio y cultura. Este fin de semana cada rincón de la geografía almeriense apostó por una actividad diferente con la que fomentar la heterogeneidad de la noche en la provincia. Una velada andalusí en Santa Fe, una noche de cultura y tradición en Ohanes o la lluvia de estrellas en Rodalquilar son sólo algunas de las más de quince celebraciones que se sucedieron por los pueblos de la provincia. Mientras que en Tabernas y Fiñana los vecinos apuraban sus fiestas de verano, en la Avenida de los Santos Mártires de Abla no cabía una silla más -fueron más de mil- para el estreno de la película Martyrium y en Pulpí "Los Forraje", con sus parodias e imitaciones , llenaban de humor el Paseo Marítimo de San Juan de los Terreros. En la Placeta del Museo Comarcal de Vélez-Rubio otros centenares de vecinos acudieron a su cita con la presentación de las memorias en blanco y negro de la comarca, el libro de Fotografía Reche, y en el Anfiteatro de Roquetas tenía lugar el Encuentro de los Coros Rocieros. El anochecer almeriense se vive en la calle, en las plazas y parques públicos y cada vez son menos los que optan por quedarse en casa. Si no hay una actividad al alcance de la mano, y del bolsillo, siempre quedarán los cines de verano que deambulan por la provincia en un circuito que también incluye representaciones teatrales. El bullicio en las terrazas de verano, dónde vuelan los helados y limones granizados, es propio de un mes como agosto que invita a vivir cada crepúsculo. Los que no quieren música ni actuaciones pueden compartir la noche en tranquilidad, como los mayores que alquilan de por vida los bancos en las plazas y vías de más tránsito cuando empieza a esfumarse la tarde y el calor da una tregua.

La Noche de las Velas, las lágrimas de San Lorenzo, que se celebró en Rodalquilar se superó con más de 5.000 participantes, llegados de toda la provincia. Más de 8.000 velas repartidas por el municipio sustituyeron a la luz eléctrica en la noche del sábado para que la penumbra permitiera disfrutar del espectáculo de la lluvia de perseidas. Las velas se apoderaron de aceras, fachadas de los hogares, paradas de autobús, plazas y calles, ventanas y puertas... fue una experiencia diferente amenizada con actuaciones musicales (Classic Jazz Trío Ironía, Lÿ Trío y la danza de Nerea Aguilar) sin olvidar la diversión de los más pequeños de la mano del payaso Batamanta Clown. Una cita con la lluvia de estrellas conocida desde la Edad Media como Lágrimas de San Lorenzo por acontecer en su festividad. Ohanes también cautivó a los visitantes con nada menos que once escenarios repartidos por todos sus rincones. Una noche de cultura y tradición se llamó la cita en la que no faltó la cata de vinos ni con el Zurrumbo (juego tradicional basado en la ruidosa quema de papel de periódico en las canaletas de cerámica) ni las proyecciones sobre el Patrón San Marcos o la exposición "El ajuar de la abuela". Son iniciativas singulares para cada noche de agosto que dan un plus de calidad a la oferta turística de la marca Almería y que hacen más llevadero este mes a los que no se podrán ir de vacaciones. Son el sueño de un anoche de verano de los que están y de los que han venido, autóctonos y visitantes, que salen a disfrutar de la oferta de los municipios de la provincia. En agosto no se duerme, se vive de día y de noche cada momento como si fuera el último.

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