Un 'supernanny' enseña claves para que los hijos no 'toreen' a sus padres

Tras terminar la carrera en la Universidad de Sevilla en 1998 y trabajar en la Clínica Psicopedagógica Arahal en Sevilla, en 2001 Carlos Callejón Chinchilla se trasladó a El Ejido, donde abrió un centro de Psicología Infantil y Coaching para Padres. Su currículum avala su experiencia en el tema. Durante los años 2001, 2002 y 2003 dirigió una Escuela de Padres en el CEIP Ramón y Cajal de El Ejido, y durante los años 2011 al 2013 hizo lo propio en el CEIP Miguel Servet de Balerma. Ha impartido multitud de cursos y charlas y ha sido Monitor-Psicólogo en un Taller de Empleo en Dalías en 2009-2010. Gracias a este 'supernanny', los padres aprenden a solucionar conflictos intrafamiliares, y los hijos, buenos hábitos. Pasa consulta en la nueva Clínica Pediátrica Almerimar de lunes a sábado.

-¿Qué tipo de conflictos suelen ser más habituales a edades infantiles? ¿Cuáles son los casos más recurrentes que encuentra?

-Dependen mucho de la edad de los niños, pero básicamente son los de convivencia y rebeldía. Los padres suelen venir a la consulta cuando ven que sus hijos les 'torean' y no son capaces de que les hagan caso y creen q van perdiendo autoridad y cuidado, tener autoridad no es que te tengan miedo. También vienen muchas veces porque los niños tienen comportamientos muy agresivos, con angustia de separación, con fobia escolar o con problemas de aprendizaje. Últimamente llegan muchos padres porque alguien les ha dicho que sus hijos son hiperactivos... y en algunas ocasiones es cierto, sin embargo hay que tener mucho cuidado con esos diagnósticos que no son hechos por profesionales.

-En lo referente a tu actividad como coach para padres, ¿qué reglas básicas podrías enumerar para educar correctamente a un hijo?

-Todos, cuando somos padres, deberíamos tener algunas cosas claras en la educación de nuestros hijos. Debemos poner normas y límites, sin amenazar. Deben ser claras y coherentes e ir acompañadas de explicaciones lógicas. En cuanto a los límites, no debemos permitir que se sobrepasen. Hay que dar ejemplo, ya que desde muy pequeños los niños tienden a imitar todas nuestras conductas, buenas y malas. De nada sirve sermonearles siempre con la misma historia si nosotros no hacemos lo que les pedimos a ellos. Igual que castigamos cuando hay conductas poco apropiadas, debemos reforzar cuando se hacen cosas bien. La comunicación es básica desde el principio ya que la comunicación crea y asienta lazos de confianza y respeto. Y algo muy importante, y aunque intentemos crear un clima de confianza y comunicación, no podemos pretender ser amigos de nuestros hijos, nosotros somos los padres, los que sabemos lo que les conviene y lo que no.

-Y en el caso de niños conflictivos, ¿cómo deben actuar?

-Hay que comenzar un reeducación, poniendo límites y normas y jugando con los premios y castigos, y ésto que puede parecer tan fácil no lo es y recomiendo pedir ayuda a profesionales, porque es mucho más fácil reeducar a un niño rebelde tipo Supernanny que un adolescente tipo Hermano Mayor.

-¿Cómo crees que han afectado estos programas de tv a la imagen de la juventud actual? ¿son tan habituales estos casos?

-Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que son realities hechos para conseguir audiencia. No voy a entrar en los métodos que usan, pero nunca nos olvidemos que no todo es (o tiene que ser) lo que parece. En Supernnany tratan problemas básicos de educación y con los que todos los padres o madres, de una forma u otra y con más o menos intensidad, nos hemos tenido que enfrentar. Muchos se ven reflejados y por eso tiene tanto éxito, pero hay que tener cuidado, no todas las situaciones son iguales como tampoco lo son los niños, aunque lo parezcan. Hermano Mayor es un reality bastante más duro, con adolescentes realmente conflictivos a los que, en su momento, no se les pusieron límites.

-Desde tu experiencia, ¿cómo ves la evolución de los niños? se suele decir que cada vez son más irresponsables y consentidos. ¿Responde a la realidad?

-Los niños son niños, ahora y cuando empecé en 1998. Muchas veces les achacamos cosas a ellos cuando el problema ha sido nuestra incapacidad para educarlos. Está claro que la vida ha cambiado mucho, y cuando volvemos del trabajo, cansados y estresados, lo último que buscamos son más conflictos en casa, así que tiramos por el camino que parece más corto y más fácil y les damos casi todo lo que nos piden. De forma que, respondiendo a tu pregunta, te contesto con otra pregunta, ¿en general los padres son ahora más permisivos y sobreprotectores?