El Supremo ratifica la condena a un hombre que mató a otro a puñaladas en El Ejido
Tribunales
Los hechos se produjeron en julio de 2022 por, según los investigadores, deudas y problemas relacionados con el tráfico de drogas
Condenado a nueve meses de prisión por acercarse a su madre pese a tener una orden de alejamiento
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de once años de prisión impuesta a D.L.F., un hombre condenado por matar a puñaladas a un amigo en el interior de la vivienda de este último en El Ejido en julio de 2022.
El alto tribunal ha inadmitido el recurso de casación interpuesto por el condenado al entender que ya se analizaron en apelación todas sus alegaciones sobre una supuesta vulneración del derecho a la presunción de inocencia, y que existió prueba de cargo válida y suficiente.
Los hechos tuvieron lugar el 12 o el 13 de julio de 2022. El acusado se presentó en casa de la víctima, con la que mantenía relación de amistad y a quien solía comprar drogas, y tras una discusión le asestó dos puñaladas en la espalda y una tercera en el oído, donde dejó clavado el cuchillo. La víctima falleció como consecuencia de un shock hemorrágico y respiratorio.
El jurado popular que lo juzgó en la Audiencia Provincial de Almería lo declaró culpable por unanimidad, descartando que actuara en defensa propia, que tuviera las facultades psíquicas alteradas por consumo de tóxicos o que se llevara el teléfono móvil del fallecido con ánimo de lucro.
Por estos hechos fue condenado en septiembre de 2024 a 11 años de prisión por un delito de homicidio, a la medida de libertad vigilada durante 5 años tras el cumplimiento de la pena y al pago de una indemnización de 123.000 euros a la familia de la víctima. Fue absuelto del delito de robo con violencia.
La sentencia fue confirmada en apelación por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y ahora también por el Supremo, que concluye que la valoración de las pruebas –incluidos informes forenses, pruebas de ADN y testimonios policiales– fue racional, suficiente y conforme con la doctrina del alto tribunal.
Según informaron a EFE fuentes de la investigación, el primer nexo de unión entre el acusado y el homicidio vino de la mano del teléfono robado a la víctima. Gracias al seguimiento del terminal, se comprobó que había sido utilizado en Roquetas de Mar con la tarjeta SIM de un "toxicómano", que fue investigado por este motivo.
Tráfico de drogas
Los investigadores creían que el crimen pudo producirse por deudas y problemas relacionados con el tráfico de cocaína. Además, en ese entonces ya había sido denunciado por hurtar 8.000 euros del domicilio de un conocido, e incluso detenido en Vícar cuando supuestamente intentaba perpetrar un robo con fuerza en la vivienda de otro.
Algo que hizo pensar a los investigadores que intentó repetir la misma operación con el fallecido y que la muerte se produjo en el asalto.
Además, D.L.F. habría afirmado encontrarse en otra provincia el día de la muerte, pero las conexiones telefónicas lo ubicaron en El Ejido por la noche, momento en el que llamó también a la víctima.
Finalmente, acabó por reconocer a los investigadores que hubo un forcejeo entre ambos, pero argumentó que no recordaba nada por haber consumido droga, así como que se había ido del domicilio con el agredido tumbado en la cocina.
Gracias a las gestiones realizadas por la Policía Científica, se pudo confirmar la existencia de ADN del detenido en una de las uñas de la víctima, así como en una colilla recogida de la basura.
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