Nunca es tarde para conseguir una meta: estudiar una carrera
Patricia Herrada, Manuel Amorós, Mª del Rocio Úbeda y Juan Francisco López, universitarios tras hacer las pruebas de acceso para mayores de 25 años, relatan sus motivos para coger de nuevo los apuntes y libros
Administrativa desde hace ocho años, María del Rocío Úbeda ha decidido ahora con 27 años volver a coger de nuevo los apuntes y libros para estudiar Ciencias Empresariales con la mirada puesta en poder mejorar en su trabajo. "Dejé de estudiar hace ocho años cuando termine un módulo de Administración y Gestión de Empresas y tras muchos años trabajando y conocer cuáles eras mis expectativas con los estudios que había realizado tomé la decisión de hacer una carrera", relata.
Si consigue su título universitario para lo que dedica muchas horas, aunque no todas las que desea puesto que está obligada a compaginar los estudios con el trabajo, le gustaría ayudar en la empresa familiar e incluso montar su propio negocio.
Con la mirada puesta en poder promocionar dentro de su profesión y también por gusto, Juan Francisco López se matriculó en la carrera de Derecho (prefería criminología pero en Almería no se imparte) después de aprobar las pruebas de acceso para mayores de 25 años.
Oficial de la Policía Local en el municipio de Níjar, comparte sus estudios universitarios con otros compañeros de profesión, como Francisco Ortiz Segura que accedieron al campus como él y con la idea de mejorar en su trabajo.
Juan Francisco dejó de estudiar a los 18 años sin haber terminado el BUP para prepararse las oposiciones de Policía Local. Lo consiguió a los 22 años. Una vez dentro vio la necesidad de contar con el título de bachiller para ascender. Se lo sacó a los 26 años aunque decidió no hacer la Selectividad.
Ahora con 32 años ha vuelto a coger los apuntes y los libros, que por una cosa u otra nunca ha dejado de lado, con la mirada puesta en conseguir una licenciatura que le permita ascender de rango.
Patricia Herrada, por su parte, cuando terminó sus estudios de EGB decidió no seguir estudiando y prefirió realizar un curso de peluquería para montar su propio negocio. Lo consiguió, pero las cosas no han salido como ella esperaba y ahora a sus 29 años se ha embarcado en un nuevo proyecto: estudiar la licenciatura de Filología Hispánica.
"Monté un salón de peluquería que fue mal y entonces decidí dar un giro a mi vida", cuenta. "Primero -añade- pensé en estudiar unas oposiciones y luego tomé la decisión de prepararme las pruebas de acceso a la Universidad para mayores de 25 años".
Ahora está contenta e ilusionada con su decisión y le gusta la carrera en la que se ha matriculado que en un principio no era la que tenía entre sus planes, ya que las pruebas las realizó por ciencias. Consciente de que quizá le resultaría más difícil al no haber estudiando antes prefirió hacer una carrera de letras a la que dedica todo su tiempo.
A Manuel Amorós fue su afán por aprender cosas nuevas lo que le llevó a realizar las pruebas de acceso a la Universidad una vez cumplidos los 40. Estudiar es algo que le gusta, además no lo hace por necesidad. "Siempre he tenido la necesidad de tener unos conocimientos más amplios".
Este profesor técnico de formación profesional tenía la posibilidad por sus estudios anteriores (cuenta con un título de grado superior de madera e inmueble) de acceder a una carrera técnica determinada, como por ejemplo Ingeniero Técnico Agrícola. Sin embargo, se decantó por estudiar la licenciatura de Humanidades. "Siempre me ha gustado las enseñanzas de historia y cultura en general", explica.
Todos ellos retomaron sus estudios hace tan solo seis meses. Los más jóvenes con la mirada puesta en adquirir una mejor formación y lograr ser más competitivos en un mercado laboral marcado por el desempleo. Los de más edad con la ilusión de superarse y adquirir nuevos conocimientos.
Los motivos que mueven a los mayores de 25 años a retomar sus estudios y embarcarse en una carrera son diversos. Así lo explican desde la Unidad de Selectividad y Acceso a la Universidad para Mayores de 25 años, adscrita al Vicerrectorado de Estudiantes. "Algunos lo hacen para promocionar en sus actuales trabajos, mientras que otros porque en su momento no superaron los requisitos de acceso (abandonaron o no superaron el bachillerato, por ejemplo) y al cumplir los 25 se les abre una nueva vía de acceso.
Sin embargo, puntualizan que la gran mayoría lo hacen como un afán de superación personal y conseguir nuevos conocimientos. Y es que en muchos casos, estos alumnos no buscan una titulación con la que desarrollar su actividad laboral, si no la de conseguir conocimientos.
"No ven la Universidad como una institución que forma únicamente para el mercado laboral, sino un lugar donde crecer intelectualmente", aclaran desde la dirección de la Unidad de Selectividad y Acceso a la Universidad para Mayores de 25 años.
En el actual curso académico se matricularon en el campus de La Cañada 51 personas mayores de 25 años. La tendencia va in crescendo. El año pasado aumentó un 10% y este año el incremento es superior al 30%, según los datos aportados por la Unidad de Selectividad y Acceso a la Universidad para Mayores de 25 años.
La crisis y el desempleo son las razones principales que se barajan para que cada vez más alumnos superen la barrera de los 25 años. "El aumento del número de candidatos a conseguir el acceso por esta vía, en parte es debido a la crisis. Es conocido por todos que la tasa de desempleo es más baja en el sector de los titulados universitarios".
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