Los teatros de la Almería burguesa

Almería

Auge cultural. A finales del siglo XIX Almería experimentó una enorme afición por las obras teatrales

Los teatros de la Almería burguesa / D.A.
Maribel García Sánchez

Almería, 23 de enero 2022 - 06:00

Difícilmente se puede hablar de la vida cultural almeriense sin tener en cuenta el papel que desempeñaron los teatros de la ciudad. El progresivo desarrollo de la burguesía almeriense fomentó las construcciones orientadas al ocio cultural como fueron los teatros. A finales del siglo XIX en Almería existió una enorme afición al Teatro, vamos a hablar de algunos de ellos.

En el primer tercio del siglo se construirá El Teatro Principal (también llamado Teatro Campos) situado en el Paseo del Príncipe. Allí se representaron obras de éxito con asistencia de enorme público. Este teatro funcionaba en Almería desde 1824 y era propiedad de la familia Campos, concediéndole dicho nombre al Paseo que había cerca de las murallas de Almería, a la altura del teatro, la Alameda de Campos. Posteriormente en las primeros años del Siglo XX el Teatro Principal fue destruido para construir en 1906 una monumental casa burguesa de estilo neorrenacentista, propiedad de la familia Rodríguez, situándose en su planta baja el antiguo Banco Español de Crédito, actual Banco de Santander. La prominente y característica estructura semicircular de la Plaza del Educador o Plaza Juan Cassinello donde esta el mítico reloj, recuerda el antiguo saliente semicircular del escenario del desaparecido Teatro Principal. En los años 1880 funcionaba el céntrico Teatro Novedades, el teatro de mayor cabida de la ciudad durante el siglo XIX. Al parecer estaba situado en el solar donde más tarde se levantó el Teatro Cervantes. Por él pasaron todas las compañías de teatro y zarzuela que se desplazaban por España representando la obras de los autores más en boga del momento y en él se celebraron los mítines más significativos de aquellos años como el de Pablo Iglesias en su primera visita a Almería en Octubre de 1892. Desapareció a principios de nuestro siglo. El Teatro Novedades acogió triunfales representaciones teatrales en su época, interviniendo renombradas compañías de Zarzuela y Compañías Teatrales, siendo numerosos los dramas de tema histórico, donde destacó la compañía de Antonio Vico, que representó los amantes de Teruel. Tras las trágicas inundaciones en 1891 y posterior encauzamiento de la Rambla, el teatro desapareció a principios del siglo XX.

El Teatro variedades, estaba situado en la actual ubicación de la Delegación de Hacienda y el Hotel Costasol en pleno Paseo de Almería. En él se celebraron espectáculos de circo, teatro y fue pionero en Almería del llamado cine mudo. En la inauguración del edificio en 1900 que anunciaba “La Crónica” se recogía que tuvo que ser un teatro muy amplio ya que el patio de butacas tenían cabida para 400 personas , en las gradas 700 y con los palcos 1400 localidades.Contaba con grandes telones y abundaban los ricos cortinajes. En este teatro se representaban Zarzuelas, Operas, comedias y obras dramáticas como “ Don Juan Tenorio” En él actuó el tenor almeriense Luis Iribarne (que en la actualidad tiene una calle dedicada en pleno centro histórico) y actuó la gran actriz María Guerrero. El teatro contaba con un café que estaba comunicado con el edificio, y en el había tertulias frecuentadas por Paco Aquino, Durban, Langle, Emilio Pérez, entre otros. Tenía salones donde se jugaba al billar y al dominó. A principios del S. XX Don Nicolas Salmerón ofreció diversos mitines políticos.

E

Fachada Teatro Apolo / D.A.

l Teatro Apolo denominado primitivamente Teatro Calderón, por situarse entre las calles Juan Lirola y Obispo Orberá, calles que anteriormente se llamaban Calderón y Apolo estaba en construcción a finales de la década de los setenta del siglo XIX, inaugurándose en 1881. Desde su construcción ha llegado a ser desde teatro hasta una sala de Cine. Tras su definitiva remodelación los únicos datos encontrados en los archivos municipales han sido recogidos por el historiador Emilio Villanueva Muñoz publicados en el libro “Urbanismo y arquitectura en la Almería Moderna” donde deja constancia del nuevo Teatro Apolo Calderón. Se le ha venido atribuyendo a Trinidad Cuartara sin documentación que lo constate, aunque sigue la línea del historicismo ecléctico de final del siglo XIX. En una época en la que abundaban las sociedades Recreativas, sera la Sociedad de las 20, quien pomovió su construcción, convirtiéndose en la primera propietaria del teatro. Fernando Ochotorena en “La Vida de una ciudad Almería S XIX” recogía que en la Feria de Agosto de 1882 la compañía de Rafael Calvo actuó en el teatro. El edificio se vió afectado por las tormentas e inundaciones de 1891 de la Rambla del Obispo. Terminada la Guerra Civil, el teatro pasó a propiedad pública, realizándose entre 1940 y 1941 pequeñas obras de reforma, entre las que únicamente hay que destacar la construcción de un pequeño foso para la orquesta. Posteriormente hacia 1960, con el proyecto de Góngora Galera se realiza una reforma en profundidad, que altera sustancialmente la tipología de la sala, con motivo de transformar el teatro en un espacio cinematográfico. Desaparecen los palcos y las plateas, respetándose unicamente el escenario para ocasionalmente compatibilizar el uso escénico teatral con el de proyección cinematográfica.

Esta reforma afectó a la planta de la sala y también al volumen de la misma y a los acabados, elevándose la cubierta por encima de la escena y haciendo desaparecer definitivamente la decoración original. Se añadieron los dos edificios antiguos: el de la esquina de la calle Juan Lirola destinada a camerinos y servicios, y el paralelo a la sala con acceso por Obispo Orbera. Será en 1984 y 1985 cuando se le encargó al Arquitecto Angel Jaramillo Esteban, la realización de unos estudios previos para la rehabilitación del edificio y el proyecto correspondiente. Las obras del teatro de propiedad municipal, fueron gestionadas por el Ayuntamiento de Almería, comenzando en 1987 bajo la dirección del Arquitecto Jaramillo. Las obras finalizaron en 1993, siendo en dicho año inaugurado por la Reina de España Doña Sofía de Borbón. La entrada se realiza por Obispo Orberá donde destacan 3 arcos de medio punto con cinco óculos en su parte superior, encima se superpone el piñón característico donde se combinan óculos, ventanas y pequeñas pilastras con capiteles de motivos teatrales. Remata toda la estructura el frontón triangular. La fachada es lo único que se conserva del Teatro Apolo original.

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