Una terapia al son de la música para los jóvenes de El Saliente
Una veintena de usuarios con discapacidad han disfrutado de un taller de musicoterapia en Aula Creativa de Música
La música es un arte capaz de suscitar una experiencia estética en el oyente; expresar sentimientos, emociones, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.). Sin duda una serie de sensaciones que en forma de terapia presentan numerosos beneficios para las personas con discapacidad. Y así lo han vivido un grupo de veinte jóvenes de entre 25 y 40 años de la asociación El Saliente, en un taller organizado por Aula Creativa de Música. Tal y como ha detallado la directora del centro de enseñanza musical, Rosa María López, "estos chicos han tenido la oportunidad de disfrutar de una sesión de 45 minutos que hemos comenzado con una canción de bienvenida para presentarnos". A lo largo de la sesión, los jóvenes han podido improvisar con los instrumentos y con sus propias voces ; han realizado ejercicios al son de la música ejercicios de coordinación de ritmo; canciones para el nivel psicomotor; relajación activa y pasiva... para finalizar con una canción de despedida.
La directora de Aula Creativa de Música ha señalado que "se trata de una experiencia muy enriquecedora que hemos tenido la oportunidad de vivir con los chicos de esta asociación con los que esperamos repetir". Este centro lleva a cabo asimismo terapias individuales con discapacitados, "se trata de sesiones muy adaptadas a la persona en concreto, que aporta muchos beneficios, si bien, las sesiones grupales son también esenciales y sirven de complemento a las terapias individuales".
La musicoterapia es el manejo de la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta calificado, con un paciente individual o un grupo. Es un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. En las sesiones se emplean instrumentos musicales, música editada, grabaciones, sonidos corporales, la voz y otros materiales sonoros. Las metodologías de trabajo varían de acuerdo a la población y a las escuelas y constructos teóricos que fundamenten el quehacer del musicoterapeuta.
La musicoterapia aplicada a personas con discapacidad intelectual obtiene muy buenos resultados. Tengamos en cuenta que la música es una información que no debe de ser procesada por el cerebro, sino que penetra directamente al tálamo, que transmite sensaciones y sentimientos a los centros emocionales (sistema límbico e hipotálamo) llegando a los centros emocionales del cerebro sin la necesidad de un análisis previo.
Este hecho provoca que no se tenga que realizar ningún esfuerzo para poder disfrutar con y de la música que se escucha o que uno mismo ejecuta, lo que provoca en las personas con discapacidad Intelectual una sensación de logro y una mejora de su autoestima notable, mientras a su ve refuerzan y trabajan de manera agradable lúdica aspectos tan importantes como la memoria, la atención, los aspectos sociales, la verbalización, mejorando notablemente su comunicación con los demás.
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