Almería

Los torreones califales de La Chanca, 'pintados' a color por grafiteros

  • Los vándalos vuelven a actuar sobre un enclave que es considerado BIC, que ya fue taladrado para instalar cables y del que sigue sin limpiar las anteriores pintadas

Los torreones califales de La Chanca, 'pintados' a color por grafiteros.

Los torreones califales de La Chanca, 'pintados' a color por grafiteros.

¿A quién le importa La Chanca? Sinceramente, a los vecinos y poco más. Y no a todos, los vándalos también muestran cierta desidia. Y es que, los torreones califales del barrio han vuelto a ser objeto de vandalismo. Y son Bien de Interés Cultural. Y como ninguna administración se ha preocupado por ellos durante los últimos años, pues no han limpiado los graffitis estampados hace tres años; y aunque hubo algún intento de llevar a la fiscalía el asunto, que alguien le explique a los vecinos del barrio implicados en su patrimonio si se ha conseguido algo. Ya os lo decimos nosotros: no se ha conseguido nada

Imagen de uno de los torreones. Imagen de uno de los torreones.

Imagen de uno de los torreones.

El caso es que las nuevas pintadas han dejado atrás el blanco y negro y usan un registro de colores más amplio. Digamos que están mejor hechas, son más estéticas y eso hace que el bochorno sea aún mayor. Y es que... si anteriormente no se han castigado este tipo de actos vandálicos, habrá quien se crea que existe vía libre para 'ensuciar' un enclave que tiene 11 siglos de historia.

Pero es que este no es el único despropósito de los torreones califales durante los últimos años. En 2014, fue taladrado para instalar unos cables de luz. Así, como lo oyen. Han taladrado un monumento que tiene mil años como si fuera una pared cualquiera. Si no conservamos el patrimonio que nos ha dejado las anteriores civilizaciones llegará un momento en el que no tendremos nada", explicaba en aquella época José Campoy, presidente de el colectivo La Chanca-Pescadería a Mucha Honra.

Construidos en el año 955, forman parte de la muralla inicial que Abderramán III mandó a construir en el momento en que concede a Almería la categoría de medina. Su objetivo era militar, guardando un aspecto de corte defensivo en caso de que la ciudad fuera objeto de amenaza externa. Mirando hacia el mar, las de La Chanca cumplieron perfectamente esa función durante siglos, pero ahora, poco más de un milenio después de su construcción, lucen en un estado deplorable. Algunos partido, como Izquierda Unida, ya hicieron en 2010 un intento en vano para que la Junta de Andalucía hiciera valer la catalogación de BIC para llevar a cabo su restauración, pues lo que se ha hecho hasta el momento son arreglos puntuales que no han contribuido, ni mucho menos, a mejorar su aspecto.

Y, para rematar, la búsqueda de un padre o una madre para los torreones sigue aparcada. Resulta que cinco torreones de la Muralla que baja de la Alcazaba hacia Al-Haud son propiedad de nadie. Se les podría aplicar el concepto Res Nullius. No tienen dueño. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1998 determina que se encuentran en suelo público libre, concepto que, en principio, no lo ata a la titularidad de ninguna administración y, consecuentemente, de ningún particular.

Ayuntamiento y Junta estuvieron debatiendo sobre ello hasta el momento en que las dos administraciones se convirtieron del mismo color.

El patrimonio pide a gritos amparo; y son las administraciones las que deben procurarlo. Pero la herencia histórica ha pasado a un segundo plano en Almería, independientemente de la crisis, son muchas las carencias y pocos los remedios y gran parte de los bienes se encuentran en La Chanca, el barrio que vio nacer a la ciudad y que dio forma a gran parte de los atractivos de esta, empezando por la Alcazaba, las canteras califales o las torres de fundición, entre otros.

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