‘Benjamín’, la tortuga boba que fue liberada el año pasado en el Cabo de Gata por Equinac con el apoyo de la Guardia Civil, tras pasar dos años en el centro de recuperación de Almerimar de la entidad autorizada para atender varamientos de animales marinos, sigue transmitiendo su posición 365 días después de su reintroducción en el mar.

“Pensábamos que el transmisor que lleva Benjamín fijado en su caparazón había llegado a su fin. Terminada su autonomía, estos transmisores dejan de emitir y se desprenden del animal, pero hemos vuelto a tener una señal: sigue viva y en la misma zona donde lleva un año ya, Cádiz”, han dicho desde Equinac.

Aunque fue preciso amputarle una aleta, el quelonio “ volvió al mar y cruzó toda la costa desde Almería, pasando por el estrecho, para ser capaz de sobrevivir sin problema alguno”.