‘Escorial’ vuelve al mar sana y salva
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil vuelve a mostrar su implicación con la labor de Equinac en la liberación de esta tortuga a bordo de la embarcación ‘Cabo de Gata’
Guardia Civil y Equinac llevaron a cabo durante la mañana de ayer la tercera suelta de ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta) en lo que va de verano. El clima y el estado del mar, en calma, hacían propicia la vuelta de ‘Escorial’ a su hogar. La tortuga fue encontrada por un velero de uso turístico a cinco millas náuticas al sur de Almerimar. El ejemplar aleteaba de forma antinatural y, ante los primeras pruebas médicas, presentaba una fuerte obstrucción del esófago causada por la acumulación de plásticos y animales de los que se había alimentado.
El proceso de recuperación de este ejemplar ha sido extraordinariamente rápido y satisfactorio, ya que solo ha necesitado trece días de cuidados en el centro de Equinac, donde también ha recibido un tratamiento específico que facilitase la expulsión de los desechos encontrados en su aparato digestivo. Al parecer, un erizo que había ingerido le estaba provocando daños en el esófago. En los últimos días, el estado de salud de esta tortuga boba era óptimo para llevar a cabo su suelta al mar. Además, durante todo el trayecto desde el amarre del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en el puerto hasta el paraje de Vela Blanca (Cabo de Gata), enclave donde se realizan este tipo de sueltas por su seguridad, el ejemplar de tortuga boba no paró de aletear en el interior de la caja en la que era transportada, mostrando síntomas de estar preparada para volver a su medio natural.
La elección del nombre de esta tortuga, como el del resto de ejemplares que pasan por las manos de Equinac, no es baladí. Se escogió el apellido de la familia del hombre que se topó con la tortuga el pasado 27 de julio. El rescate no fue tarea fácil a consecuencia de las dimensiones de la tortuga, un ejemplar de casi 30 kilogramos de peso. Se trata de un tamaño común en la especie Caretta caretta, pero muchos otros ejemplares, como era el caso de ‘Rampete’, ejemplar liberado hace poco más de dos semanas, no pasan de los diez kilos.
Equinac continúa con su labor, que se intensifica de forma considerable durante esta época del año. Su coordinadora, Eva Morón, explicaba que “a la tortuga, como al resto de ejemplares, se le ha insertado un microchip para que, en caso de volver a ser encontrada por alguna embarcación, pueda ser identificada”. Además, anunciaba que, con suerte, el único ejemplar que continúa bajo sus cuidados en el centro a consecuencia de una herida en la cabeza “va a poder ser devuelto al mar antes de que finalice el verano”.
‘Escorial’ también estuvo acompañada por su ‘ángel de la guarda’. Francisco, empleado de una empresa que organiza excursiones en veleros para turistas en Almerimar, fue quien avistó a la tortuga “aleteando de forma extraña”. Relataba que “nunca había visto un ejemplar de ese tipo en las aguas de la zona”, por lo que decidió embarcarla y transportarla al puerto, avisando previamente a Equinac para que llevasen a cabo su recogida. Francisco tuvo que cargar con los 30 kilos de peso de ‘Espiral’, una tarea que aseguraba “no resultó demasiado complicada”. Asimismo, contaba como anécdota que “la tortuga dejó un mordisco en la bañera del velero, donde la transportamos de camino al puerto, y ahora se lo mostramos a los turistas que nos visitan”.
Un grupo de submarinistas de la Guardia Civil formaba parte de la expedición para garantizar la seguridad del ejemplar en su suelta en aguas del Parque Natural de Cabo de Gata. Se trata de una zona protegida en la que las embarcaciones tienen prohibido fondear. De hecho, al llegar al punto en el que se había previsto la liberación de ‘Espiral’, los agentes de la Guardia Civil solicitaban la documentación de dos veleros que estaban incumpliendo dicha reglamentación. Una vez despejada la zona, los submarinistas aseguraban la suelta de la tortuga, en la que han sido protagonistas Francisco, su rescatador, y otra miembro de la familia ‘Escorial’. El ejemplar se alejaba de la embarcación nada más tocar agua.
Un cuerpo de implicación y compromiso constante
Es un caso excepcional. Los miembros del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Almería colaboran codo a codo con asociaciones de diversa índole, especialmente desde hace poco más de una década. El cuerpo provincial está comprometido con este tipo de causas porque creen que se deben al ciudadano. En las últimas fechas, la Guardia Civil de Almería se ha implicado en la labor de Equinac, una asociación cuyo objetivo principal es el de atender los varamientos de tortugas marinas y cetáceos en el litoral de la provincia.
Ante la proliferación de los rescates de estos animales, el cuerpo provincial se ha puesto en total disposición de Equinac. La Guardia Civil ha aportado los medios necesarios para el transporte y la liberación de tortugas y cetáceos. En las últimas fechas, el transporte hacia Cabo de Gata se ha realizado a bordo de embarcaciones como la ‘Río Almanzora’ o ‘Cabo de Gata’.
La colaboración de la Guardia Civil junto a asociaciones como Equinac es singular en todo el territorio español. Se trata de una relación en la que ambas partes se retroalimentan. Por un lado, el cuerpo de la Guardia Civil dota a estas operaciones de medios que solo están a su alcance. Por su parte, las entidades aportan un valor social clave al trabajo del cuerpo.
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