El turismo y la agricultura son los pilares de un municipio bilingüe
la ruta de los 102 | bédar
Bédar aglutina un importante patrimonio histórico, paisajístico y medioambiental El Ayuntamiento ha habilitado rutas de senderismo que pueden recorrerse todo el año
Bédar, municipio en plena Sierra de Los Filabres, cuyo punto más alto es el Cerro de Tenderas, llamado popularmente Cerro de la Señora, posee un importante valor botánico desde el punto de vista florístico al ser una de las zonas de mayor diversidad de España y Portugal tras el macizo de Sierra Nevada y, por tanto, de la Europa continental. Esta gran diversidad se debe a que en este lugar afloran materiales geológicos muy diferentes: rocas volcánicas, yesos, calizas y esquistos, diversidad geológica que contribuye a que se originen formaciones vegetales de elevado interés por su carácter, en muchos casos, endémico o de área muy reducido. De otra parte hay que señalar la fragilidad frente a las acciones humanas de la flora y vegetación instalada sobre yesos y roca volcánica.
Si su importancia natural hace de Bédar un enclave de sumo interés, no lo es menos su origen ancestral, aunque bien podemos comenzar a conocer su historia a partir de la fecha de construcción de la Iglesia que data del siglo XVI y fue construida por mandato del obispo Antonio Carrionero cuyo escudo puede observarse sobre la puerta de la iglesia que consta de tres naves, la central está cubierta con una armadura a la que se añadió una bóveda de yeso cuando fue restaurada en el año 1682. Inicialmente estaba dedicada a Santa María, puesto que dependía de la parroquia de Antas, pero cuando se independizó de ella en el año 1682 se puso como titular a Santa María de la Cabeza y como patrón a San Gregorio Naciancieno.
Atendiendo a los orígenes históricos relacionados con la religión, la Virgen de la Cabeza era propiedad común de los municipios de Bédar y Antas, al encontrarse originariamente en una ermita justo entre el término de los dos pueblos. Las constantes disputas entre ambos municipios vecinos dieron lugar a que se tomaran medidas resolutorias y para ello, cada uno construyó su propia ermita. En este caso fue Bédar quien se apropió finalmente de la Virgen y con el apoyo incondicional de los vecinos y con el entusiasmo más que suficiente, dieron por finalizada la obra de la Ermita un 24 de septiembre, fecha por la que desde entonces se celebran las fiestas cada año. La ermita erigida, se desmanteló cierto tiempo después a causa de la explotación de las compañías mineras de la época en el cerro donde se ubicó, construyéndose una nueva en la zona del Pecho, lugar en el que se guardaba la imagen durante todo el año. Esta imagen fue llevada a la iglesia y, a partir de entonces, al no ocuparse nadie de ella, la ermita se fue desmoronando hasta quedar totalmente derruida.
El pasado minero de Bédar tiene su huella impresa en la plaza denominada "la de San Gregorio" donde se encontraba una pequeña ermita en la que se guardaba al Santo. Desde el fantástico mirador se puede disfrutar de un magnífico paisaje y contemplar algunos de los municipios vecinos como Mojácar, Turre o Garrucha. En esta plaza se alzó la estatua de un minero que está construido en mármol blanco de Macael, en honor a los mineros fallecidos de Bédar. En su parte trasera lleva el cascarón de una tortuga en representación de la tortuga mora, especie autóctona y protegida desde 1973 por peligro de extinción.
En pleno centro del pueblo, en la plaza, se encuentra un monumento singular: es la antigua prensa de aceite, procedente de la antigua almazara del municipio, ubicada en sus orígenes junto a la Fuente Temprana. La almazara comenzó a funcionar hace ya más de 200 años, produciendo un excelente aceite, producto muy apreciado no sólo para los vecinos del pueblo, sino también en toda la zona. Tras un gran paréntesis en su funcionamiento y decadencia de la producción, la almazara cerró sus puertas.
Serena, pedanía de Bédar, conserva todavía todo el sabor de su pasado musulmán. Se la ha descrito como un oasis entre las montañas, pues de montañas está rodeado este precioso pueblo donde el fluir del tiempo parece que se detiene. Es notable la presencia en Serena de una antigua mezquita árabe que todavía se tiene en pie gracias a que fue usada durante mucho tiempo como almazara.
Bédar posee una de las mejores panorámicas del litoral y las sierras de la Comarca desde el mirador de la Plaza de San Gregorio, conocido también como "El Balcón del Levante", lugar donde actualmente se encuentra el monumento de homenaje al minero.
Entrañable y abierto al mundo, Bédar mantiene en su entorno ese aire nativo que le confiere su origen musulmán, paseando por sus calles pendientes y estrechas adornadas con el blanco de sus casas y el colorido de sus geranios, el nombre de sus calles como Mar, Luna, Parra, Clavel, Fuente, entre otras así nos lo demuestra. Su vega es la morisca tradicional, dispuesta en terrazas escalonadas alrededor de fuentes y balsas, y un sistema de riego que permite el máximo aprovechamiento del agua. Sus gentes, como rasgo común en la provincia de antiguo pasado musulmán, aún hablan de tesoros y leyendas de los moros, constatado en el llamado «Castillico de los Moros», en el pago denominado Balsa Alta, donde se han realizado recientemente excavaciones.
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