El último 'prime time' del (ex) presidente
Excepcional expectación mediática para el punto y final del mandatario andaluz al capítulo "más importante en mi vida"
Seis de la tarde. Máxima audiencia y con conexiones en directo para presenciar un hecho inédito en la historia autonómica: el adiós de un presidente de la Junta apenas a un año de su reelección y tras casi 19 años como protagonista principal de la actualidad andaluza.
Tras 36 minutos y 23 respuestas, Manuel Chaves cerró con una sonrisa abierta el que definió como el capítulo "más importante de mi vida". Tras 41 años de carrera le quedan otros ya conocidos en su retorno a Madrid como ministro, pero no serán iguales. "Nunca me olvidaré de Andalucía". Le esperaban más de 50 periodistas en una sala que los martes, cuando se dan a conocer los temas tratados en el Consejo de Gobierno, apenas supera la decena de asistentes. Esta vez, no quedaban asientos libres.
"Yo ya no soy presidente", bromeó Chaves antes de iniciar su intervención, asediado por flashes y luces al tomar asiento en la que ha sido su casa, la Rosa, desde que la Presidencia de la Junta se mudase desde el Palacio de San Telmo en 2005. Bandera de Andalucía y de España. "Buenas tardes", comenzó Chaves; "un momento", le pararon redactoras de televisión. Otra vez.
Sin tiempo a cambiarse de ropa desde que tomara posesión y en un viaje relámpago, Chaves compareció para hablar de "sentimientos y despedidas, no de gestión". La mayoría de la audiencia esperaba lo primero.
¿Cuál ha sido su mejor momento? ¿Y el peor? ¿De qué está más orgulloso? ¿Una anécdota presidente, perdón, vicepresidente? Cuatro días no son suficientes para renombrar al cuarto presidente autonómico más longevo. El Ferrari, según lo denominaron hace tan sólo unas semanas sus propios compañeros socialistas, no superará el tiempo récord de Juan Carlos Rodríguez Ibarra (24 años), Jordi Pujol (23) y José Bono (21) al tomar salida hacia la capital.
La velocidad con la que ha tomado ese camino llevó a que "lo primero" que quisiera hacer Chaves fuese pedir disculpas por no dar antes explicaciones de su marcha. Y por convoca r un Miércoles Santo, en Sevilla. Siguiendo el guión, tocó capítulo de agradecimientos "sin querer olvidar a nadie". Primero a los andaluces por su confianza; la familia, con mujer, hijos y nietos; a sus equipos de gobierno y a todos los funcionarios y personal laboral de la Administración. Quiso personalizar en Manuel Pastrana, secretario general de UGT en Andalucía, un mensaje de aliento a todos los andaluces que luchan contra la enfermedad y se congratuló de haber presidido el primer Gobierno paritario de España, con un mensaje especial de agradecimiento a todas las mujeres que han pasado por sus gabinetes.
También tuvo palabras para Alfonso Perales, su amigo y compañero fallecido en diciembre de 2006. Y vio "poco elegante" no hacer referencias a los que han sido sus adversarios políticos durante esta travesía. Pese a que ahora su cartel es otro, le pesó el letrero de la Presidencia de la Junta de Andalucía y su último mensaje fue institucional, con un tono firme al que no le tembló la voz.
"¿Másss?", utilizó su latiguillo ante la prensa. Quedaban dos. Sólo perdió la sonrisa cuando le definieron de "régimen" su gobierno. Y la boca se le hizo más ancha cuando le preguntaron por sus dos nietas. Una de ellas, Lucía, le robó protagonismo hace casi un año en su última toma de posesión. "No sé si son conscientes de que me voy, créame que es de las cosas que más he pensado a la hora de reflexionar, pero lo entenderán", deseó Chaves en su papel favorito, el de abuelo.
Tras la metralleta de preguntas, le esperaba de nuevo el batallón de cámaras y fotógrafos, a la espera de captar el último gesto del ya ex presidente de la Junta. Han sido muchas palabras las pronunciadas por Chaves como mandatario andaluz en casi 20 años, que dice el tango no son nada, y la última pronunciada fue: "Gracias".
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