Vecinos de Almería huyen de sus propias calles: plaga de hormigas 'mordedoras'

Reclaman fumigación urgente después de un verano de chanclas y sandalias guardadas en el armario

La Junta acerca la sanidad a los vecinos de Piedras Redondas, Los Almendros y Colonia Araceli de Almería

Las hormigas de Piedras Redondas / Marian León

La presencia de miles de hormigas ha trastocado la vida de los vecinos de Piedras Redondas, que llevan años lidiando con una marabunta “mordedora” que les está haciendo cambiar de costumbres y sus paseos. “No puedes llevar sandalias porque se te suben enseguida”, es uno de los comentarios repetidos entre la comunidad vecinal aledaña al parque infantil que se encuentra entre las calles Sierra de Gredos y Pinito del Oro, en la plaza Mango. Están sitiados hasta el punto de que los residentes se están viendo obligados a fumigar el entorno de sus residenciales para evitar la entrada de los insectos a sus viviendas.

Indican que es desde este parque de donde parten las inmensas hileras de hormigas que avanzan hacia las aceras de las calles antes mencionadas y a las que se les suma, como zona a recorrer como un rayo, Imperio Argentina. “Es, de verdad, insoportable, un horror. Te bajas del coche y tienes que salir corriendo”, comenta Ana Padial, quien apunta que son ya años los sufridos por este problema. El cierre de Mercadona de Piedras Redondas tras la apertura del Centro Comercial de Torrecárdenas, en 2018, ha provocado, según explican los vecinos, falta de mantenimiento en cuestiones tan esenciales como limpieza, lo que achacan a las apariciones de las hormigas, sobre todo en épocas de temperaturas altas.

Este verano se lo han pasado los vecinos con las sandalias y las chanclas guardadas en casa. “Las hormigas son pequeñas, pero pegan cada picotazo... Se te suben por las piernas y te muerden”, describe Enrique Janini Virto, quien, como otros, expresa su malestar también por su perro. Al menos, es un yorkshire y puede rescatarle de las hormigas con facilidad mediante tirón de arnés.

Las hormigas suben rápidamente por los piernas de los viandantes.
Las hormigas suben rápidamente por los piernas de los viandantes. / Marian León

“No podemos sacar al perro, parece que vivimos entre el bien y el mal cuando pagamos los recibos de la basura como cualquier buen vecino”, lamenta Celia Meyers, reclamando actuaciones inmediatas y periódicas al Ayuntamiento de Almería. Primero fumigación y, después, mantener unos niveles óptimos de limpieza.

Es justo lo que han venido reclamando al menos dos comunidades de vecinos al Consistorio, las del residencial Las Américas y el edificio Atlanta. Janini Virto es el presidente de esta última. Apunta que las hormigas avanzan hacia el inmueble y, en los últimos años, parte del presupuesto de la comunidad ha ido destinado a acciones de fumigación al objeto de frenar la entrada a las viviendas. “No tendríamos que asumir ese gasto cuando es una competencia municipal”, entiende el presidente de la comunidad que contempla cómo otras calles del mismo barrio con dúplex reciben mejores servicios.

Las quejas han ido llegando al Consistorio por distintas vías, incluso por redes sociales “cuando era alcalde Ramón Fernández-Pacheco”, pero las fumigaciones no han llegado y las hormigas siguen “devorando” piernas y patas.

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