Los vecinos viven en la calle momentos de fiesta y folklore

Las actividades culturales y las autenticas cucañas forman parte de la tradición de las fiestas de Tíjola. Un pueblo en el que a pesar del paso de los años se apuesta por mantener viejas y buenas tradiciones. Los más pequeños aún siguen conservando la inocencia, a veces con reminiscencias del pasado, y disfrutan de las carreras de sacos, el juego del pañuelo o la cuerda en la plaza del pueblo.

Los adolescentes, por su parte, demandan otro tipo de actividades, y a lo largo de esta semana se han celebrado dentro del programa de fiestas, distintos talleres más alternativos; jornada de karaoke, talleres de maquillaje, tatuajes, fotografía, o un escalestrix gigante en la Plaza del Ayuntamiento.

La vida en la calle sigue siendo una realidad en este pueblo del alto Almanzora. Aún quedan calles en las que su gente disfruta de las noches al fresco, en compañía de sus vecinos, y son estas fechas de fiesta y folklore donde el Ayuntamiento activa numerosas actividades nocturnas.

En la jornada de ayer, a las 19:30 horas de la tarde, la Banda Municipal de Música abría paso a los cabezudos que recorrieron las principales calles de la localidad, seguidos de las temerosas miradas de los más pequeños en brazos de sus padres. La música y el baile a media tarde fueron el preludio de la primera de las noches de fiesta.

Las terrazas y bares por su parte ofrecerán a lo largo de todo el fin de semana sus mejores tapas, y es que los tijoleños estos días viven la fiesta en la calle. Muchos fueron lo que ayer echaron el cerrojo a sus negocios poco después de las 20:30 horas de la tarde y comenzaron la fiesta.

Los bares se convierten en el punto de encuentro de las cuadrillas que comienzan con la típica media hora y que se prolonga hasta que el cuerpo aguante. Y es que Tíjola también destaca por su gastronomía. Por ser una ciudad agrícola y ganadera, se dan una serie de platos típicos importantes por su elaboración. Sobre todo por estar en una zona de montaña, de inviernos fríos, y veranos muy calurosos se conjugan las comidas fuertes, los guisos, las ollas y las fritadas con los vinos del País. Un pueblo en el que se sigue manteniendo la elaboración casera de platos como las migas, rin ran o el puchero de col. En repostería, son típicos los suspiros, hornazos o tortas de todo tipo que años tras año siguen elaborándose en estas fechas.

La verbena popular en la Plaza de España, con las orquestas Prometida y Quinta Avenida, se encargaron de amenizar la fiesta en la noche de ayer hasta altas horas de la madrugada e incluso muchos, hasta esta mañana.