Vídeo incendiario de Saúl ‘El Viejo’: “Si tocan a mi familia, no miro ni edad ni sexo”
El patriarca del clan de los Saúles justifica como “un accidente” el crimen de Puente del Río, culpa a la madre del fallecido y amenaza con represalias si alguien mueve ficha
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Cuando se cumple un mes del crimen que conmocionó a la barriada de Puente del Río (Adra), Saúl 'El Viejo', patriarca del clan de los Saúles, ha difundido un vídeo en TikTok en el que rompe su silencio, niega que el asesinato del joven de 23 años fuera intencionado y lanza graves amenazas veladas a la familia de la víctima, al tiempo que se presenta como un hombre “respetado” y “contenedor de la violencia”.
Durante casi una hora de grabación, el líder gitano, con el rostro parcialmente cubierto, repasa su versión de los hechos ocurridos la mañana del 2 de junio, cuando el joven —presuntamente vinculado al clan rival de los Lateros— fue abatido a tiros frente a su casa en plena calle. “Fue un accidente. No hubo pelea. Si hubiese sido pelea, no quedaba nadie vivo”, proclama Saúl, en un testimonio lleno de contradicciones, improperios, menciones a estructuras familiares y un marcado tono intimidatorio.
“Me levantó la música”
El relato arranca con una reconstrucción personal de aquella mañana. Según Saúl, todo comenzó por una música “a todo volumen” que sonaba desde antes de las ocho en la cochera del fallecido. “Salí en pantalón corto, descalzo, sin camiseta y sin nada en las manos. Quería saber qué pasaba. Pensé que salía el Francis de la cárcel y estaban celebrándolo”, afirma.
Dice haber encontrado a su nuera, a quien encomendó preguntar al “papica” —el abuelo del joven asesinado— si era una fiesta. Su esposa, añade, también fue a pedir explicaciones. “La madre del niño, en vez de bajar la música, azuzó a su hijo a salir. Lo levantó del sillón y lo mandó a por mí”, afirma. Asegura que el joven salió comiéndose un bocadillo de mortadela, insultó a Saúl gravemente y lo retó a disparar.
“Me llenó la panza de mierda. Me llamó guarro, asqueroso, cobarde. Yo no abrí la boca. No fue pelea”, insiste. Aunque reconoce que se produjo un disparo, evita revelar quién lo efectuó. Acto seguido, relata cómo bajó con una escopeta “apuntando al suelo” para intentar explicarse con la familia del fallecido, sin conseguirlo. “Me pegué más de 25 minutos solo por la calle. Nadie salió. Nadie quiso escucharme”, lamenta.
“No miro ni edad, ni sexo”
El vídeo, que ya circula ampliamente por redes sociales y grupos de mensajería, va más allá de una simple defensa. A lo largo del monólogo, Saúl desgrana su propia historia, reivindica su autoridad dentro del clan, y lanza explícitas advertencias a la familia rival si se produce cualquier tipo de represalia.
“Yo no quería hacer daño a tu hijo. Pero si alguien mueve ficha contra mi familia, el día menos pensado nos metemos allí y no va a quedar ni una cucaracha viva. No voy a mirar ni edades, ni sexo, ni nada”, advierte, tras exigir que le paguen las casas que poseen los Saúles en Puente del Río si quieren que “se vayan en paz”.
En tono cada vez más exaltado, Saúl lanza insultos e incluso amenazas directas a otros miembros del clan contrario, especialmente a un hombre llamado Joseíto, al que acusa de huir y dejar atrás a su familia en pleno suceso. “Se cagó encima. Meado y cagado. Y ahora va de valiente en el barrio”, espeta. Asegura que si no fuera por él, sus hijos ya habrían entrado al barrio a vengarse. “Los tengo sujetos. Si yo no estuviera, sería una tormenta. Pero mi palabra vale más que la justicia”, declara.
“No somos asesinos como los otros”
En otro tramo, compara el crimen de Puente del Río con el ocurrido el 7 de marzo en La Loma de la Mezquita (El Ejido), donde un joven de 30 años mató a tiros a un menor de 17 y luego se suicidó. En ese caso, la víctima era familiar de los autores del asesinato del 2 de junio. “Eso sí fue un crimen. Eso sí fue un asesinato. Lo mío no. Lo mío fue un accidente. No me comparéis con esos asesinos”, reclama.
El patriarca asegura que su familia intentó desde hace tiempo vender las viviendas del barrio y marcharse para evitar conflictos. “Yo convencía un hijo, al día siguiente otro. Lo sabía, que algún día pasaría algo”, dice. Pese a ello, justifica su estilo de vida: “Somos gente de pelea. Nacimos con la pelea. Nos encanta la pelea. Pero tenemos vergüenza. Somos hombres”.
Silencio judicial y tensión creciente
El vídeo se publica en un contexto de máxima tensión vecinal y bajo el silencio del entorno judicial, que sigue investigando el crimen. Por el momento, no se ha producido ninguna detención relacionada con el tiroteo, aunque la Guardia Civil mantiene el caso abierto y no descarta nuevas diligencias. La Fiscalía no ha valorado de forma pública el vídeo, pero fuentes jurídicas consultadas por Diario de Almería advierten que el contenido podría ser incorporado como indicio relevante en la causa penal, al contener posibles admisiones implícitas, acusaciones cruzadas y amenazas públicas.
Mientras tanto, la familia de la víctima, que ha defendido desde el primer momento que se trató de un asesinato directo, insiste en que no tienen relación con ningún clan ni con el tráfico de gasolina (‘petaqueo’), y reclaman justicia. Su abogado, Francisco Ferre, ha calificado el crimen como “una ejecución sin provocación previa” y se ha mostrado prudente respecto al vídeo, que aún estudia en detalle.
Un barrio dividido y en vilo
En Puente del Río, donde conviven familias de ambos clanes, el clima es de inquietud contenida. Tras el crimen se produjeron varios incendios —al menos cuatro viviendas y un vehículo— y se ha desplegado un dispositivo policial reforzado. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha exigido declarar la zona como de especial singularidad ante el aumento de los actos violentos relacionados con clanes familiares y mafias del narcotráfico.
Saúl, por su parte, cierra el vídeo reiterando que no piensa callarse más. “Me lo dijo el abogado: guarda silencio. Pero me da igual el abogado. Tenía que hablar. Esta es la verdad”, concluye, antes de despedirse sin mostrar remordimiento, pero sí una amenaza tácita: “Pensad bien las cosas. Porque como yo no esté para frenar a los míos, vais a ver lo que es una tormenta de verdad”.
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