La venerada imagen de la Santísima Virgen de Gádor fue trasladada el pasado domingo desde su santuario Pixnela, hasta la parroquia de La Anunciación de Berja, donde durante los próximos días se van a celebrar los solemnes cultos que esta ciudad alpujarreña ofrece a su patrona cada mes de septiembre.

Tras celebrar la Eucaristía en su ermita, la Santísima Virgen partió hacia el templo parroquial acompañada por cientos de devotos. A lo largo de los tres kilómetros que separan el santuario del centro de la ciudad, se sucedieron numerosos altares y un sinfín de tracas. Al caer la tarde, la sacrosanta imagen llegaba ya al Paseo de Cervantes, donde se agolpaba una multitud para recibirla en el precioso altar que habían erigido los vecinos.

Desde allí, y a través de una calle Agua convertida en un auténtico río humano por el nutridísimo cortejo, la patrona virgitana llegaba a la iglesia de La Anunciación, donde fue entronizada en el majestuoso altar desde el que presidirá estos días los cultos que se le tributan.

Entre los mismos destacan la tradicional ofrenda floral a la Virgen de Gádor, que tendrá lugar el próximo lunes 7 de septiembre a las 21:00 horas. Los nardos que se ofrezcan a la patrona serán los mismos que adornen su trono durante la procesión.

Ésta, otro de los eventos más esperados de estos días tan especiales, tendrá lugar el día grande de estas celebraciones, martes 8 de septiembre después de la Novena, que será otro de los momentos álgidos de los festejos patronales. La imagen de la Virgen recorrerá las principales calles del pueblo acompañada por los devotos vecinos que quieran rendirle homenaje. Asimismo, el obispo de Almería, Adolfo González, acompañará a la Virgen en su pasear por las calles virgitanas.

Pero antes de la procesión tendrá lugar la solemne misa, a la que asistirán distintas cofradías y hermandades de la diócesis junto con las autoridades locales y provinciales.

Por último, la subida de la patrona tendrá lugar el domingo 13 de septiembre después de la misa. Este será el acto que ponga el broche final a unos intensos días cargados de fervor y devoción.