Lo nunca visto desde la torreta de salvamento en la playa zapillera

Los socorristas se encargan de la seguridad de los bañistas en la costa de la capital, pero no siempre se encuentran ante situaciones corrientes que solventar

Los socorristas vigilan desde el puesto principal que no ocurra ningún incidente en la costa.
Los socorristas vigilan desde el puesto principal que no ocurra ningún incidente en la costa.
Javier Martínez / Almería

12 de julio 2011 - 01:00

Ignacio Martín ha tratado todo tipo de accidentes comunes, sin embargo, se ha encontrado con situaciones muy extrañas.

Martín recuerda como desde la torre de vigilancia vio a un bañista que agitaba la mano cerca de una boya, pero cuando fue a socorrerle éste se encontró con que la persona no pedía su ayuda, sino que estaba saludando a sus familiares que se encontraban en la orilla.

Pedro Sáez, diplomado en Magisterio, explica como los niños son los que provocan las situaciones más cómicas. Hace una semana llegaban corriendo dos pequeños al puesto de vigilantes al grito de: "¡A mi amigo le ha picado una almeja!" cuando lo que tenía era una picadura de medusa en el brazo.

Martín y Sáez son dos socorristas que se encuentran en la playa de El Zapillo. Estos jóvenes de 21 y 20 años respectivamente han vivido muchas situaciones cómicas provocadas por despistes o malentendidos con los bañistas, sin embargo su trabajo sigue siendo el de procurar mantener la playa segura.

Se trata de los hombres de rojo, los vigilantes que cada verano vuelven a sus puestos en estado de máxima alerta, ya que son estos tres meses en los que las playas de Almería están a rebosar tanto por ciudadanos como por visitantes.

Ignacio Martín lleva tres años vigilando las playas de la costa de Almería. Durante el resto del año estudia la Licenciatura de Dirección y Administración de Empresas en la UAL. Como todos los jóvenes que se meten en este mundo, comenzó como socorrista por tratarse de un trabajo temporal, por poder compaginarlo con sus estudios y por conseguir algunos ahorros para sus gastos durante el próximo año.

Y es que en la costa almeriense no todo es diversión, tomar el sol y disfrutar de un buen rato en compañía de los amigos o familia. La parte responsable de velar por la seguridad de todos aquellos que buscan un día de relax en las playas de la capital son estos chavales que entran en este trabajo con mucha ilusión todo el verano.

Estos jóvenes han tenido que atender todo tipo de contratiempos, desde los incidentes más comunes como las picaduras de medusas hasta otros más graves, como traumatismos, lesiones solares o lipotimias, todos son atendidos con toda la rapidez posible.

A parte de los accidentes del día a día, este mes de junio tuvieron el trabajo extra que provoca la noche de San Juan, donde los vigilantes tuvieron que atender seis contratiempos por quemaduras.

En resumen, todas estas son las situaciones con las que se suelen encontrar las personas que trabajan en el servicio de socorrismo de las playas de Almería.

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