Con motivo de la celebración del Día del Voluntario (5 de diciembre), el área de Juventud, Voluntariado y Participación del Ayuntamiento de Roquetas de Mar ha celebrado n pequeño homenaje al voluntario más emblemático del servicio, Julio Alonso Gervás, director del colectivo Aida. Don Julio, como es conocido en el municipio, lleva once años realizando una labor ejemplar como voluntario, nueve de ellos como director de la asociación.

"Todo comenzó tras mi jubilación. Nos trasladamos mi mujer y yo desde Melilla a Roquetas de Mar y, a través del Ayuntamiento, empecé a colaborar como voluntario hace ya once años", explica el homenajeado. "Dos años después, con la asociación a punto de cerrar, como yo había sido director de centros educativos, me propusieron ser el director, y hasta hoy, que tengo ya cumplidos 78 años".

La dedicación de este vecino, roquetero de adopción, ha sido reconocida con una placa conmemorativa que le ha entregado "en nombre del cariño de todo el municipio" la teniente alcalde de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera. En este sentido, la concejala indicó que "Don Julio pone de manifiesto lo que las personas podemos hacer por los demás. Desde el Ayuntamiento y, en concreto desde el área de Voluntariado que dirige Francisco Martínez, tenemos que reconocer a las personas como él que, desinteresadamente, sin pedir nada a cambio, hacen tanto por la sociedad. Necesitamos ejemplos como el de don Julio", ha afirmado la teniente alcalde. "Aunque sabemos que un abrazo de uno de sus niños es mucho más importante para él que esta placa, pero queríamos reconocerle el ejemplo que es para todos los roqueteros", ha continuado.

Julio Alonso ha confirmado que "es el cariño de los niños" el que le anima a continuar su trabajo. "Están pendientes de todo. Hay momentos en los que yo mismo me vengo un poco abajo, tras el fallecimiento de mi mujer, y quizá me marcho a Melilla con mi hija unos días, y en seguida me llaman para preguntarme cuándo vuelvo", ha comentado, "y lo mismo ocurre con sus propios compañeros o con el resto del equipo".

Para este docente jubilado, "ser voluntario me devuelve la alegría" por lo que anima a otras personas que tengan esa inquietud. "Es cierto que como voluntario recibes mucho más de lo que das, y sólo hay que tener una condición: querer hacerlo", ha mantenido Don Julio durante el acto de homenaje celebrado en la Casa Consistorial.

En la asociación Aida, "trabajamos para que los usuarios tengan cada día un poquito más de independencia, desde cosas tan cotidianas como atarse un zapato o, incluso, aprender a afeitarse, a actividades más extraordinarias, hacen yoga, salidas, un ratito de lectura... Pero sobre todo es darles y recibir cariño", ha afirmado.