A las 19:30 horas de la tarde del martes 14 de enero está previsto el despegue del último vuelo que opere Air Nostrum entre Almería y Sevilla, al menos bajo las actuales condiciones de la Obligación de Servicio Público (OSP) aprobada por el Gobierno el 13 de marzo de 2009. Una vez acabado el contrato de cuatro años con la filial regional de Iberia no se han dado los pasos pertinentes para renovar la concesión y abrir de nuevo el concurso, una falta de previsión que obligará a suspender temporalmente la ruta. El Ministerio de Fomento, a través de Aviación Civil, no ha tramitado todavía una declaración que podría demorarse en torno a cinco o seis meses porque tiene que ser aprobada por el Consejo de Ministros y posteriormente publicada en el Diario de la Unión Europea para que la compañías interesadas en operar el vuelo conozcan las condiciones y puedan presentar sus ofertas. Gobierno y Junta se culparon ayer, en clave electoral, de una tramitación que no llegará a tiempo. El vuelo de la discordia enfrentó a cargos institucionales y a representantes políticos en una lluvia de acusaciones que no agilizará ni mucho menos el expediente. La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, acusó ayer a la Junta de que no le haya remitido un escrito "formal" rubricado por la consejera de Fomento, Elena Cortés, en el que solicite la declaración de servicio público de la línea aérea Almería-Sevilla para garantizar su mantenimiento así como la frecuencia de los vuelos y aseguró que se ha recibido un borrador en el que las frecuencias se rebajan. La delegada entiende que se debe concretar el número de vuelos, fechas y frecuencias. Desde el departamento de Elena Cortés se precisó que la consejera se reunirá hoy con representantes de Asempal, Cámara de Comercio y sindicatos CCOO y UGT para abordar y garantizar su apuesta por la ruta aérea con Sevilla. Les informará de las gestiones realizadas con Fomento y de la absoluta garantía de continuar subvencionando una línea a la que ya se han aportado 10,4 millones en los últimos cuatro años. "Es un servicio de indudable rentabilidad social y favorable impacto económico en Almería". El consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, declaró ayer que la Junta "peleará" por el mantenimiento de los vuelos diarios y confió en que el retraso en el procedimiento no sea un nuevo ataque a Andalucía por parte del Gobierno del PP. "Se va a defender la existencia de esa línea porque entendemos que es una parte muy fundamental de la vertebración de nuestro territorio, de una parte, Almería, que para nosotros es de clara y vital importancia". El secretario general del PSOE, José Luis Sánchez Teruel, también lamentó la dejadez del Gobierno e insta al Gobierno a ponerse manos a la obra para que el vuelo no se interrumpa en enero y no se pierda para los próximos años. Desde el PP, el diputado Rafael Hernando aseguró que "no es tiempo de escurrir el bulto ni de echar la culpa a los demás" y cargó contra la Junta porque no ha formulado la petición expresa de las condiciones con las que pretende prestar el servicio. De hecho, aseguró que el Gobierno está dispuesto a llevar este trámite inmediatamente al Consejo de Ministros. Según ha podido conocer este periódico, los técnicos de la Junta tramitan desde antes del verano las nuevas condiciones de la Obligación de Servicio Público, un documento en el que desde hace unos meses vienen trabajando los técnicos de Aviación Civil. Susana Díaz ya confirmó en su primera visita a la provincia el 19 de septiembre de 2013 que se produciría la renovación de la OSP y anunció la prórroga del vuelo cuyo contrato finaliza en enero. "Es un instrumento necesario que tiene una rentabilidad social y no económica con el que está comprometido el gobierno andaluz y que lógicamente tiene que seguir prorrogándose". Es más, en los presupuestos de la Junta de Andalucía de 2014 se ha incluido una partida de 2,6 millones de euros para el vuelo entre Almería y Sevilla.

La paralización de la ruta que se puso en marcha en enero de 2010 implicaría otro mazazo a las comunicaciones de una tierra sin Alta Velocidad y con una conexión intermitente, por los tramos aún en obras de Granada, en la salida por autovía hacia Málaga. De hecho, son las causas que obligaron a poner en marcha un vuelo que conectara los 422 kilómetros que separan a Almería y Sevilla en apenas 58 minutos. La ruta aérea se planteó como alternativa mientras los trabajos del AVE se prolongaban, una infraestructura que ha visto como su horizonte se retrasa más allá del 2020 en dirección Murcia y al menos diez años más a través del interior de Andalucía.

"Contribuirá a reforzar el dinamismo económico que ya tiene Almería y hacer más fluidas las relaciones entre ambas ciudades", reseñó entonces presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en el estreno de la línea. El discurso político sobre el leitmotiv del nuevo vuelo era sencillo y contundente: es una apuesta decidida por la cohesión y vertebración de Andalucía. Y no fue el fruto de una negociación puntual, la reivindicación de la conexión con la capital andaluza se remonta a principios de los años ochenta cuando tiene lugar la primera interpelación de los populares en el Parlamento. Años después, con motivo de la Expo 92, se puso en marcha una conexión desde Almería operada por Binter durante todo el año y se hizo evidente la necesidad de mantenerla. Sin embargo, pasó el tiempo y la propuesta del tejido empresarial almeriense se volvió a archivar junto a otras tantas en el cajón del olvido de la Junta de Andalucía hasta que la ministra Magdalena Álvarez la rescató en 2007. Habían pasado siete años desde que en el pleno del antiguo Hospital de las Cinco Llagas se aprobara por unanimidad una petición de la ruta entre Almería y Sevilla. La malagueña tiró del carro desde el Gobierno, siempre a instancias de la dirección del PSOE de Almería y consiguió la autorización de la obligación de servicio público por parte de la Unión Europea. La aprobación del Consejo de Ministros llegó en marzo de 2009 y en abril apareció en el Diario Oficial de la UE. Las competencias fueron delegadas a la Junta, que contempló un fondo de 12 millones de euros con el que afrontar las posibles pérdidas de la adjudicataria, y el concurso público se lo llevó Air Nostrum en noviembre, después de analizar una decena de ofertas. La filial de Iberia había apostado desde 1997 por las comunicaciones aéreas de Almería y no tuvo rival. El primer vuelo lo operó el 15 de enero de 2010 con un CRJ-350 en el que iban, entre otros, Griñán y el por entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín.

Desde su puesta en marcha la ruta aérea ha cumplido todas las expectativas de Air Nostrum y la administración regional con una ocupación media del 51,58% en 2010, 55,27% en 2011, 55,21% en 2012 y 46,8% en lo que va de año. Más de 118.200 personas han utilizado la línea en una u otra dirección en los cerca de 4.500 vuelos operados en estos cuatro años. La filial de Iberia ha experimentado un leve retroceso en el actual ejercicio de casi diez puntos en relación al anterior, fruto de la caída de la aviación en nuestro país aunque por debajo de la media nacional (-12%). En Europa existen más de 250 obligaciones de servicio público para distintos vuelos, de las que Francia acumula nada menos que 57 y otras 40 corresponden al Reino Unido. En nuestro país, la línea almeriense fue la primera peninsular en hacerse con esta catalogación, siendo reservada la mayoría a los vuelos con Baleares y Canarias. Este año se ha adjudicado la ruta de Madrid a Menorca.