Custodia de los hijos de Juana Rivas

El perfil de la familia Rivas-Arcuri: manipulación, narcisismo y "profundo sufrimiento" de los hijos

  • El informe elaborado por una psicóloga en el proceso que se sigue en Italia por la custodia de los niños recomienda un control constante de los servicios sociales con partes al juez cada trimestre.

Una madre con "un funcionamiento mental patológico" y gran capacidad de "manipulación", un padre con dificultades para expresar sus sentimientos, y dos hijos de 4 y 13 años en una "situación psicológica extremadamente difícil" y con "profundo sufrimiento". Esta es la radiografía de la familia de Juana Rivas, expresada por una perito psicóloga italiana, que ha trabajado durante casi 5 meses en un informe aportado al proceso judicial por la custodia de los niños, que se sigue en la Corte de Justicia de Cagliari.

El proceso de estudio, iniciado en febrero de este año, ha consistido en 32 entrevistas con todos los miembros de la familia (en solitario y conjuntas), además de los profesores, pediatras y psicólogos que los han tratado durante los últimos años. También hubo sesiones de juegos y dibujos, a través de los cuales la especialista Ludovica Iesu ha sacado conclusiones sobre la situación familiar, para llegar a recomendar al final un régimen de custodia para el padre, con visitas de la madre y, sobre todo, un seguimiento constante de los servicios sociales, con informes periódicos al juez.

Aunque las conclusiones de la psicóloga italiana son especialmente duras y demoledoras para Juana Rivas, el informe al que ha tenido acceso este periódico describe en general una situación especialmente delicada en la estabilidad mental de toda la familia, agudizado sobre todo por los acontecimientos de los dos últimos años: cuando Juana Rivas se trajo a los niños a España, denunció al padre, Francesco Arcuri, por supuestos episodios de violencia de género, desatendió las órdenes judiciales de entrega de sus hijos, fue detenida, juzgada y finalmente condenada a 5 años de prisión por sustracción de menores. Y todo ello contado minuto a minuto por los medios de comunicación del país. 

Uno de los principales problemas que la psicóloga encuentra en la conducta de Juana Rivas es precisamente el no ser consciente del daño que toda esa actuación suya puede haber provocado a sus hijos, de los que ella llega a decir que "están bien". Pero el informe relata una situación muy diferente, de gran "sufrimiento" por parte de los menores, especialmente del mayor, "expuesto" por completo en la conflicto entre los padres. La experta lo expresa como una "triangulación patológica".

"G. aparece en el conflicto entre los padres, abiertamente del lado de la madre, que siente frágil". En las entrevistas, el menor se ha mostrado enfadado con el padre, al que acusa de tener rasgos "violentos" y enfados desmesurados con sus hijos. Pero la psicóloga llega a poner en duda la credibilidad de estas revelaciones del niño, pues explica en reiteradas ocasiones que se encontraría bajo la influencia de la madre y y orientado por las continuas exploraciones a las que ha sido sometido en estos años, y en las que no daba detalles de esas conductas agresivas hasta las más recientes. No obstante, la perito recomienda al final que esas acusaciones sean evaluadas por especialistas en la materia de violencia doméstica. 

Respecto al padre, la psicóloga destaca que mantiene una relación "apropiada" con su hijo menor, con el que parece "emocionalmente en sintonía", lo que no se produciría en el trato del niño con la madre. Sin necesidad de reproducir aquí detalles contenidos en el informe sobre el estado psicológico de los menores, por su protección, a grandes rasgos, la especialista da la voz de alarma sobre los efectos del conflicto en los niños, tanto ahora como en el futuro. 

La perito designada por el juez italiano que tiene que resolver sobre la custodia de los niños ha indagado en sus entrevistas todos los aspectos de la vida de los padres, incluso desde su infancia, como forma de entender y analizar los rasgos psicológicos actuales. Sobre Francesco Arcuri, el informe concluye que tiene "rasgos narcisistas", con "dificultad para transmitir emociones", pero que es "un padre preocupado por las necesidades de los niños y dispuesto a escuchar". 

La peor parte se la lleva Juana Rivas, que "por desgracia para los menores de edad, se ve muy afectada en su función reflexiva" y vierte en su hijo mayor sus "ansiedades". "Muestra una personalidad compleja, basada en una emocionabilidad lábil (poco estable) y una prueba de realidad deficiente". La psicóloga ofrece, como prueba de esto último, una serie de "episodios extraños" contados por la madre. Se refiere a detalles que perjudicarían la imagen del padre en cuanto al cuidado de sus hijos y que luego han sido desmentidos por terceras personas (médicos o profesores de los niños).

En sus informes, la perito habla de "desequilibrio emocional profundo" y "manipulación de la realidad", con episodios que "sólo están en su mente", en referencia a Juana Rivas. Aunque la madre daría a sus hijos los "cuidados necesarios", el problema serían las conexiones emocionales. "¿Cómo conciliar el estado anterior emocional/psicológico con la custodia de los hijos?", llega a preguntarse la especialista italiana. 

La madre del municipio granadino de Maracena se encuentra ahora inmersa en el litigio italiano por la custodia de sus hijos. En España su situación es delicada, pues ha recaído sobre ella una sentencia de 5 años de cárcel y la retirada durante 6 años de la patria potestad de sus hijos, por dos delitos de sustracción de menores durante el tiempo en el que Juana Rivas permaneció en España con los niños sin el consentimiento de su padre, que residía en Italia. La sentencia ha sido recurrido por ella en la Audiencia Provincial, aunque la Fiscalía ha pedido que se confirme la resolución del juez de lo Penal 1 de Granada, al menos en lo esencial. 

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