El Gobierno andaluz ha dado la cifra de las personas que han muerto en las residencias de mayores: son 316, la mayor parte de ellas han fallecido en estos centros. La pandemia ha sido especialmente dura en estos alojamientos por dos motivos. El principal, es la alta mortalidad del coronavirus en relación con la edad, pero también hay que apuntar que el personal careció de material de seguridad y de test durante las semanas de marzo. Cuando se declaró el estado de alarma el 14 de marzo, el virus ya había entrado en muchas residencias.

El Ministerio de Sanidad ordenó a las comunidades autónomas que informasen de todo tipo de incidencias en las residencias, pero algunas no han informado aún. No es el caso de Andalucía. Ante ello, Sanidad ha vuelto a emitir una orden este viernes para recabar la información. La que es especialmente importante es la del número de fallecidos que han muerto en las residencias sin que se les hayan realizado test.

El vicepresidente del Gobierno andaluz, Juan Marín, es quien ha facilitado los datos, después de reunirse con los portavoces de todos los grupos parlamentarios. Les viene informando todos los viernes.

Aun hoy las residencias andaluzas y los albergues adaptados para trasladados alojan a 1.675 personas infectadas y confirmadas mediante análisis, mientras que otras 728 tienen síntomas que pueden indicar la presencia del Coronavirus. Eso lleva a pensar que el número de muertos todavía tiene que crecer bastante, porque la mortalidad en edades avanzadas es muy alta, especialmente en el caso de los hombres. Casi un 30% en aquellos con más de 90 años.

La Junta tiene monotorizadas 1.046 residencias en toda la comunidad, donde 38.000 usuarios no tienen síntomas ni han sido infectados. En donde hay positivos, los ancianos están aislados y cuentan con un seguimiento especial por parte del SAS.

Prueba de esto es la alta infección entre los profesionales de estas residencias de mayores. Según la explicado el vicepresidente, 333 trabajadores se han infectados, pero hay 677 más con síntomas. 

A pesar de la gravedad de la situación en muchas residencias, sólo se han solicitado la salida de 32 personas para que vayan con sus familias. De momento, se ha autorizado 24 de éstas.