Los peligros de Doñana

El gas y el agotamiento de los acuíferos amenazan la marisma

  • El Parlamento y el Congreso acogen debates y aprueban iniciativas vinculados a la sostenibilidad de Doñana

José Fiscal, consejero de Medio Ambiente.

José Fiscal, consejero de Medio Ambiente. / M. G.

Doñana es un pulmón que un amplio sector de ecologistas cree necesario un urgente transplante. Las amenazas no son pocas en las marismas. Al incendio de Moguer, del que recientemente se ha cumplido un año, se añaden otros factores que ponen en riesgo la salud global del parque natural.

El Parlamento andaluz dio curso la pasada semana una proposición no de ley (PNL) sin votos negativos por la que se instaba al Gobierno central a paralizar con vía de urgencia el proyecto Marismas Occidental de extracción y almacenamiento de gas en el entorno de Doñana. Igualmente, el texto conminaba al Ejecutivo en Madrid a evaluar el impacto ambiental de los cuatro subproyectos (Marismas Occidental, Marismas Oriental, Aznalcázar y Saladillo).

La PNL aprobada en la Cámara andaluza incluía además una enmienda que respalda aquellas acciones judiciales que emprenda la Junta frente al Gobierno con el fin de paralizar la ejecución del subproyecto Marismas Occidental, el único que cuenta ya con autorización.

Y si la salud medioambiental del parque nacional y natural está considerada por algunos sectores en peligro a causa de los proyectos gasísticos, tambien hay inquietud por la situación de los acuíferos. La pasada semana, y vinculado igualmente a Doñana, el pleno del Congreso de los Diputados votó favorablemente una proposición de ley que aprueba el trasvase de 20 hectómetros desde la demarcación hidrográfica de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir. Según los representantes del Parlamento andaluz, proponente del citado texto legislativo, el objetivo del trasvase es garantizar el futuro de Doñana y de la actividad de humana y la agricultura en la comarca de El Condado.

Las críticas al traspaso de agua de una cuenca a otra provienen desde un sector del ecologismo, que si bien defiende los convenios entre la economía social y la preservación natural, también alerta del perjuicio que supone para la desecación de Doñana la proliferación ilegal de cultivos extensivos que agotan los recursos hídricos de los acuíferos.

"El objetivo de esta propuesta es la justificación de un plan de viabilidad de nuevos regadíos que pretende aministiar las nuevas explotaciones que de manera ilegal o irregular han roturado en estos últimos años sin ningún control", afirmó en el Pleno de la Cámara Baja el diputado de Esquerra Republicana Xavier Eritja.

Científicos y ecologistas alertan de la viabilidad de un paraje natural milenario al que le oyen una tos preocupante. De la más intensa preocupación sobre el enfermo se cumplen ahora 20 años. Es el aniversario del vertido de Aznalcóllar, la que ha sido mayor catástrofe natural ocurrida en Doñana. El temor entonces fue que el agua del Guadiamar, contaminada con metales pesados y otros tóxicos procedentes del vertido minero, contaminara la reserva natural.

El consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, cree que Andalucía "debe estar orgullosa" por la gestión llevada a cabo después de aquella "desgracia". "Los trabajos realizados entonces han servido de modelo para administraciones de todo el mundo", señaló Fiscal, que utilizó un ejemplo concreto, el referido a un vertido similar sucedido en el Danubio. "Los responsables de la zona vinieron para copiar el proceso, dados los buenos resultados que se tuvimos aquí".

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