¡Vaya vacaciones! | Crítica

Fórmula Segura (mejorada)

Una imagen de esta comedia producida por Telecinco y dirigida por García León.

Una imagen de esta comedia producida por Telecinco y dirigida por García León.

Cuando el cine español coge una gallina de éxito, la explota hasta que la deja tiritando. Toca ahora hacerlo a costa de las familias (numerosas) de clase media y aroma mochufero embutidas en comedias más o menos costumbristas o rancias que, en el mejor de los casos, conectan con cierta tradición popular (La gran familia), y en el peor, prologan los modos de la sitcom televisiva salida de Disney Channel o Globomedia.

Santiago Segura y sus satélites han sabido aprovechar muy bien la coyuntura, y ya está anunciada para verano la cuarta entrega exprés de Padre no hay más que uno. Lo hace también esta nueva comedia escrita por el cómico Manuel Burque (Es por tu bien, Operación Camarón) y dirigida por aquella gran esperanza blanca que fue Víctor García León (Más pena que gloria, Vete de mí), y a quien se le ha vuelto a juntar el trabajo (Los Europeos, Los Reyes Magos: la verdad) gracias al dinerito de las televisiones y las plataformas.

Y lo cierto es que esta ¡Vaya vacaciones! destila algo de gracejo no tan prefabricado y blanco como el de la saga de Segura, sobre todo porque saca algo de punta al tipismo cuñadista gracias al oficio en la dirección de actores, en la consecución de un tono simpático que no roza la vergüenza ajena y en el despliegue de situaciones típicamente made in Spain que, de los abuelos adoptivos que encarnan Gracia Olayo y Tito Valverde, al otro abuelo facha en clave fake que borda en dos minutos Ramón Barea, hacen de estas vacaciones con niños en un pueblo sin wi-fi de la España vaciada una aventurilla decente en la que se puede reconocer algo más que la rutina de filmar un guion de encargo.