Cómics

Perdidos en el espacio

  • La inmensidad del espacio profundo separará a los protagonistas de esta apasionante aventura

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Ciertas oportunidades en el campo laboral no se dan muy a menudo, así que cuando al transportista Gil Starx le propusieron realizar un traslado de diversos objetos del museo krogarriano no se lo pensó dos veces.

En los últimos tiempos, su vida y la de su hijo pequeño, Kadyn, se había tornado más dura y, sobre todo triste debido a la pérdida su esposa y madre del chaval, que pese al dolor soportaba bien los largos días a bordo de la nave Cometa Chuleta.

Y así podía haber seguido todo, de una manera monótona, acompañados por el gélido silencio espacial, si no fuera porque en el radar de la nave apareció una gran masa desconocida, aparentemente una nave, que se dirigía directamente hacia ellos, en rumbo de colisión.

Pero no, no fue una nave, sino algo bastante peor. Y como resultado de ese inesperado y violento encuentro, padre e hijo se separan, comenzando el verdadero argumento que nos va a tener atrapados en la lectura de este cómic.

Flotar en el espacio, con la escafandra rota y poco oxígeno no es sinónimo de buenas noticias, por lo que los protagonistas, cada uno por su lado, van a tener que aviárselas para poder sobrevivir en un entorno totalmente hostil. Ya sea enfrentándose a los jugos gástricos de una colosal criatura, a las dentelladas de una planta carnívora o al ataque de unos gorilas cósmicos poco amistosos…

En el caso del joven Karyn, es lógico pensar que es el más desvalido de la pareja, pero el destino le va a deparar una sorpresa en forma de objeto con propiedades místicas. Algo que, una vez que agarre, le va a conferir unas nuevas y espectaculares facultades que le permiten respirar y volar como un pajarillo, entre otras.

No lo hará solo, ya que en su aventura se va a encontrar con dos nuevos personajes de lo más curioso, que olvidarán su afán predatorio cuando se encuentren cara a cara con que este chico no es alguien normal. Hecho del que también se dará cuenta Dalla, una muchacha zzazteka, que ha sido expulsada de su planeta, viendo en Kadyn una muy buena oportunidad para volver a ganarse el respeto y confianza de los suyos…

Hasta aquí puedo leer, pero os aseguro que las sorpresas, los peligros y la acción aparecerán en los momentos más inesperados en este cómic que viene firmado por Jason Aaron, guionista con una larga y exitosa carrera, sobre todo en las dos Grandes, que ha firmado obras que ya se consideran auténticos clásicos modernos (Scalped), y en esta ocasión se acompaña por otro escritor, Dennis Hallum (Jean Grey, Capa y Puñal, X-O Manowar), que también cuenta con una larga carrera escribiendo colecciones protagonizadas por superhéroes. Y, completando el triángulo artístico, el talentoso dibujante Stephen Green (The legacy of Luther Strode, Telos, Hellboy y la AIDP).

Ellos nos sumergen es esta aventura en la que un padre y su hijo son separados y deben reencontrarse, aunque para ello van a tener que sufrir, y mucho, aunque un invisible vínculo los una, pese a las desfavorables circunstancias que viven.

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