En la edición del año pasado del Festival de Teatro de El Ejido se recuerdan algunos éxitos que sorprendieron al espectador y otros que llenaron espectáculos, pero que no recibieron tan buenas críticas a posteriori.

Como viene siendo habitual, las obras realizadas en la Sala B del Auditorio Municipal fueron las que mejor paradas salieron. Es el caso de la obra infantil de Ana Solano que encandiló a los más pequeños y el Teatro de los Sentidos con su particular bodega que consiguió que los participantes se evadieran a algunos de los recuerdos de su vida más íntimos y personales.

Además de la valorada Sala B, el Festival contó con damas de la escena como Lola Herrera, de las dos funciones de su obra la primera coincidió con un partido del Barcelona, y actores más comerciales como Paco León.

Los espectáculos de calle estuvieron presentes en lugares como el Parque Municipal y la Plaza Mayor de El Ejido donde las acrobacias y malabarismos estuvieron servidos.

Los más pequeños pudieron disfrutar de diferentes representaciones en el Teatro Municipal, en el Círculo Recreativo y en una guardería del municipio. Ningún tipo de público se quedó sin una obra adaptada a su edad.

El Auditorio acogió una de las obras más sorprendentes y con más belleza que ha pasado por su escenario. Rain, de Cirque Eloize, jugó con los números circenses y con un escenario donde la lluvia caía mientras que los artistas realizaban algunos de sus números.

El año pasado destacó por el carácter internacional de las compañías y casi todos los continentes se vieron representados por algunos de los grupos de teatro.

La Escapista Teatro llevó una obra donde el desnudo mostraba un sentido y la esencia estuvo presente en el monoloquio de su actriz.

Para finalizar el Festival, Paco León consiguió llenar el Auditorio pero no consiguió enganchar en su totalidad con el público. Para acabar con buen sabor de boca: fin de fiesta con el tradicional mojito.