Llegó a la titularidad por la lesión de Héctor Pizana hace cinco jornadas, con la dura responsabilidad de hacer una buena labor bajo palos en una complicada categoría como la Segunda RFEF, pero además, y lo que era un reto mucho más difícil, procurar que el conjunto de Sebas López no echara de menos a su jugador más destacado en el arranque liguero junto a Cristo. Erik Santiago, está cumpliendo con creces.

El joven portero catalán fue el gran protagonista de un derbi entre Águilas y Atlético Pulpileño en El Rubial en el que el meta de 20 años de edad paró absolutamente todo y dio a los de Sebas López un punto en un complicadísimo campo donde los del Levante almeriense reforzaron su etiqueta de ser uno de los mejores visitantes del Grupo V.

La contienda mantuvo su emoción hasta el final, no defraudó a los espectadores, pero bien es cierto que dejó un sabor amargo a los locales, que las tuvieron de todos los colores. Unas veces su falta de acierto y muchas otras el buen hacer de Erik, lastraron los intentos del cuadro que dirige el almeriense Molo de quedarse con los tres puntos en esta cita tan especial para ambos conjuntos, dos recién ascendidos desde el Grupo XIII.Por su parte, punto de oro para un Pulpileño que suma y sigue dejando huella a domicilio, ganando lo que desde hace un mes no logra atar en su feudo de San Miguel.