La UD Almería y Daniel Carriço negocian para separar sus caminos y todo apunta a que el central portugués no vestirá la rojiblanca en Primera División. Al terminar la competición en Segunda con el objetivo del ascenso cumplido, el futbolista luso tenía una cláusula en su contrato en virtud de la cual renovaba automáticamente por una temporada más, pero la entidad y el representante del jugador pulen estos días los términos económicos para la rescisión de dicho acuerdo. 

A punto de cumplir los 34 años de edad (los hará el próximo 4 de agosto) el de Cascais no ha podido rendir como le hubiera gustado tras su contratación el pasado verano en la recta final del mercado. Lastrado por las lesiones musculares, apenas pudo disputar 218 minutos de juego, repartidos en seis apariciones, tres de ellas como titular en el once y en solo una completó el partido entero. 

Debutó ante Las Palmas en la novena jornada disputando 12 minutos para ser titular en la undécima ante la Real Sociedad B y también en el desplazamiento a Gijón, cayendo lesionado por primera vez en El Molinón a los 14 minutos de partido. Reapareció ante el Fuenlabrada en la jornada 29ª para volver a lesionarse muscularmente y ya apenas jugó 25 minutos contra el Amorebieta y otros 44 frente a la filial de la Real en el choque de vuelta. 

Formado en la cantera del Sporting de Portugal, pasó una campaña en el Reading antes de recalar en el Sevilla, donde fue campeón de cuatro ediciones de la Liga Europa. Su declive arrancó con su marcha al Wuhan chino y ahora su futuro en caso de rescindir es una incógnita, no descartándose incluso la opción de que acabe colgando las botas.

La dirección deportiva de la UDA cuenta para el puesto de central con los recién renovados Srdjan Babic (2026) y Rodrigo Ely (2024), que acabaron el curso como pareja titular en el eje de la zaga, así como con Chumi, del agrado de Rubi, y que fue titular durante todo el curso hasta sufrir la rotura del quinto metatarsiano del pie, lo que no impidió su renovación hasta 2025.

El fichaje de un cuarto central se convierte por tanto en uno de los objetivos para reforzar el plantel junto con el de un portero que compita con Fernando tras la marcha de Giorgi Makaridze, el probable de un lateral zurdo si saliera Akieme (Solà está en agenda) y uno o dos delanteros, el primero para suplir el rol de Juan Villar -todo apunta a que el onubense saldrá cedido o será rescindido-, y el segundo con un cometido completamente distinto, el de cubrir la posible salida de Sadiq, con el que el club pretende hacer caja este verano. Está por ver también si el club opta por darle continuidad al centro del campo actual y los extremos o llega algún refuerzo para dichas demarcaciones.