El Almería perdió en Lugo por cometer errores de bulto que facilitaron los goles del cuadro gallego, pero también porque el VAR abortó una posible remontada anulando el tanto del 1-1 y del 2-1 con una torticera interpretación de la norma para señalar como manos acciones que en realidad no incidieron decisivamente en la consecución de los tantos. 

El partido tuvo un ritmo frenético de inicio y los lucenses se adelantaban a las primeras de cambio gracias a una mala entrega de Appiah para su defensa que comprometía a Chumi, adelantándose Chris Ramos en velocidad para fusilar a Fernando, cuyo rechace aprovechaba Manu Barreiro para establecer el 1-0.

Los indálicos, nuevamente muy mermados por la ausencia de sus tres delanteros centros (situación muy distinta a la que se hubiera dado el 20 de diciembre, fecha inicial prevista para el duelo hasta que la Xunta confinó a los gallegos por un brote de coronavirus) arrancaban por tercera vez en 2022 con desventaja en el marcador, como ya ocurriera ante Cartagena y Las Palmas, teniendo que remar a contracorriente.

Ramazani ejerció de nuevo el rol de falso '9' y el belga iba a lograr el empate apenas unos minutos después en una fulgurante reacción empujando a la red con el costado un buen servicio de Robertone, que había apurado la línea de fondo para ponerla atrás. Sagués Oscoz concedía en primera instancia el tanto, pero Vicandi Garrido reclamaba su atención desde el VAR para que revisara la acción en el monitor a pie de campo al entender que el balón había rozado la mano de Ramazani tras empujarlo con el costado. 

El colegiado vasco hizo lo que casi todos cuando acuden a ver la repetición, cambiar su decisión inicial condicionado por varias repeticiones a cámara lenta, a cual más confusa que la anterior, en la que si el balón roza el brazo de Ramazani en ningún caso es decisivo en la consecución del gol, pues no desvía ninguna trayectoria y en ningún caso se trata de una acción intencionada. Al Villarreal le pasó algo similar hace dos jornadas en un tanto de Parejo y no hubo nada que hacer pese a las airadas protestas de Emery. Esta vez la decisión fue idéntica.

Mostrando una efectividad apabullante, el Lugo iba a subir el 2-0 aprovechándose de otro desajuste defensivo visitante. El lateral diestro Ricard avanzó sin oposición por su banda para colgarla de rosca al segundo palo, donde emergió la figura de Chris Ramos llegando desde atrás para imponerse en el salto a Chumi y Samú gracias a su envergadura, batiendo a Fernando con un plástico cabezazo. 

Al segundo mazazo también logró responder el Almería, esta vez en un córner botado por Robertone y cabeceado a la red por Babic ganando en el salto a dos marcadores. Sagués Oscoz concedía el tanto y una vez más era requerido por Vicandi Garrido para revisar la acción en el monitor. De nuevo cambiaba su decisión inicial esgrimiendo mano del central serbio tras cabecear. 

Una vez más el balón roza el brazo de Babic, pero no de forma intencionada ni cambiando la trayectoria del cabezazo, por lo que la interpretación del árbitro volvía a penalizar a los de Rubi en su intento de remontada. 

Centelles disputa un balón con Gerard Valentín

Con todo cuesta arriba, los almerienses intentaron la machada tras el descanso, dando entrada Rubi a Portillo y Curro Sánchez por Nieto y De la Hoz. El técnico catalán solo había cambiado los laterales respecto a la visita a Las Palmas, optando esta vez por Nieto y Centelles en lugar de Buñuel y Akieme y lo cierto es que el equipo no estuvo todo lo sólido que acostumbra por los flancos. 

Pudo meterse en el partido el Almería a la hora de partido, pero entonces se topó con un inspirado Whalley bajo palos para repeler primero un duro disparo de Ramazani y luego, casi a bocajarro, el de Curro Sánchez, a quien le había caído el rechace. Ahí parecieron morir las opciones unionistas en la aciaga noche lucense, pese a los postreros esfuerzos de Rubi dando entrada a Akieme, Puigmal y Caballero para una recta final en la que el Lugo pudo incluso elevar el 3-0 en un contragolpe finalizado por Campabadal con un duro disparo repelido por Fernando. 

Pero cuando el duelo expiraba, un balón colgado al área lucense en saque de esquina lo prolongaba hacia atrás de cabeza Chumi para que Pita lo introdujese en propia puerta tras golpear en su brazo previamente. En los cinco minutos de añadido el Almería, que no le dio la espalda al partido en ningún momento (la actitud volvió a ser irreprochable de los jugadores) los rojiblancos se volcaron, pero volvían de vacío.

La derrota en la 'bola extra' del Anxo Carro, donde este curso solo han ganado Ponferradina y Valladolid, deja a los almerienses con la exigua ventaja de 3 puntos que mantenían con sus principales perseguidores, el cuadro vallisoletano y un Eibar que será el próximo rival en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. El consuelo que queda es asumir que en cuanto el plantel recupere efectivos en el frente de ataque la crisis en la que se ha instalado (un punto de nueve posibles en este arranque de 2022) quedará atrás.