El Almería da la cara (2-3)

Almería-sevilla

El Almería tuteó al Sevilla, fue superior durante todo el partido y mereció hacerse con la victoria. Como en Jerez y Tenerife, los rojiblancos encajaron fuera de tiempo y se quedaron con la miel en los labios

Soriano salta de manera extravagante con Kanoute.
Soriano salta de manera extravagante con Kanoute.
Pablo Laynez / Almería

16 de mayo 2010 - 05:02

Después de unas últimas semanas de sufrimiento, el Almería estaba en deuda con su afición y le debía uno de esos partidos como los que el equipo realizó al comenzar la segunda vuelta. Los rojiblancos, para evitar suspicacias y que las malas lenguas hablaran desde Mallorca, salieron a por todas y se comieron a un Sevilla que no estaba ni la mitad de concentrado al principio que los almerienses.

De hecho, parecía que eran los de Lillo los que se estaban jugando entrar en la Liga de Campeones. Con una mezcla de titulares y suplentes, el Almería se hizo sin demasiados problemas dueño y señor del partido. El triunvirato Borzani-Corona-Soriano manejó la primera mitad a su antojo ylas huestes rojiblancas asediaron la meta de un agobiado Palop.

Primero fue Piatti, que se echó la pelota demasiado larga cuando estaba solo ante el meta sevillista, y después Michel, con un gran tiro cruzado que le quitó las astillas al palo izquierdo de Palop. A los 10 minutos, a Stankevicius sólo le faltó ponerse los guantes para detener el lanzamiento de Borzani: penalti como una casa que Rubinos Pérez no quiso ver. El colegiado madrileño, con el que el Almería sigue sin ganar, protagonizó un arbitraje de los llamados del villarato.

Si bien Rubinos, empecinado en echarle una mano al rico que necesitaba porque estaba siendo superado claramente por el hermano pobre, no podía con el buen juego y las ganas del Almería, el Sevilla supo sacarle máximo rendimiento a su única llegada. Después de una falta que Corona estrelló en el larguero de Palop, Kanouté le ganó la partida a Chico y remató excepcionalmente un centro de Jesús Navas (0-1).

El fútbol no estaba siendo justo con un Almería, que seguía jugando como si nada. Así, Piatti tuvo el empate en su cabeza tras un centro de Crusat y fue Soriano el que lo consiguió en el minuto 44. Gran jugada por la izquierda de los rojiblancos, que finaliza con una volea imparable Soriano. Séptimo gol del maño, que sigue subiendo su cotización de cara a una más que posible, y merecida este fin de campaña, renovación.

La afición estaba disfrutando con su equipo porque, a diferencia de en las dos temporadas anteriores, no quiso empezar las vacaciones antes de su último partido. Bueno, de manera poco comprensible, Uche sí que las había empezado. Pero el Sevilla, además de efectividad, demostró tener suerte. Un despeje de Esteban, que se adelantó a Negredo, acabó en autogol de Chico al que no le dio tiempo a quitarse.

El 1-2, aunque fue un jarro de agua fría, no aguó las ganas de fiesta de los 19.184 aficionados, la mejor entrada de la temporada. De hecho, la afición despidió con una gran ovación a Negredo cuando fue expulsado por decirle algo al juez de línea [si no hay recurso, se perderá la final de Copa], lo que contrastó con la gran pitada hacia el albojense Capel y los gritos de "tongo, tongo" porque Rubinos se comió otro penalti de libro por agarrón a Chico.

Juanma Ortiz levantó a todo el Mediterráneo de sus asientos con un zapatazo a la escuadra pero, al igual que en Xerez y Tenerife, Rodri marcó en el tercer minuto de descuento. Agridulce despedida.

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